El dirigente y diputado de Libertad y Refundación (Libre), Rasel Tomé, envió una carta directa y de tono crítico al coordinador general del partido, Manuel Zelaya Rosales, en la que advierte que la organización enfrenta un momento decisivo y que, de no corregir errores estructurales, corre el riesgo de caer en un desgaste similar al de otros movimientos progresistas de la región.

En la misiva, Tomé reconoce el papel histórico de Zelaya en la fundación de Libre, pero sostiene que el partido ya no puede depender de los mismos mecanismos de conducción que lo caracterizaron en sus primeros años. “Los liderazgos deben evolucionar para responder a nuevas realidades”, expresó, subrayando la urgencia de una renovación profunda en todas las estructuras internas.

El diputado utilizó los resultados de las elecciones del pasado 30 de noviembre como eje central de su argumento. Aseguró que el 19.30 % obtenido por la candidata presidencial de Libre, Rixi Moncada, representa un llamado de atención claro e inevitable.

Si bien apuntó a la influencia de actores externos particularmente la intromisión del expresidente estadounidense Donald Trump a través de redes sociales Tomé insistió en que atribuir la derrota únicamente a factores externos sería “autoengaño” y evitaría que el partido reconozca fallas estratégicas propias.

En uno de los pasajes más duros de la carta, el dirigente comparó la situación de Libre con el declive del Movimiento al Socialismo (MAS) en Bolivia. Según Tomé, la caída de ese partido no respondió al entorno internacional, sino al desgaste de estructuras centralizadas y a la falta de mecanismos para el relevo político.

Advirtió que si Libre no corrige sus patrones internos, podría enfrentar un deterioro similar. “La personalización del poder es una ruta hacia el colapso”, escribió.

Tomé enumeró lo que considera síntomas de un sistema interno que bloquea la crítica y limita la participación de nuevos cuadros:

El caso de Isis Cuéllar en Copán, quien pese a haber sido expulsada continuó utilizando la bandera de Libre sin consecuencias internas.

La relegación del diputado Rafael Sarmiento en las internas de Olancho.

El bloqueo a la aspiración del exministro Rodolfo Pastor para competir por la alcaldía de San Pedro Sula.

La falta de oportunidades para Oved López en Francisco Morazán.

La relegación de la diputada Silvia Ayala en Cortés.

Tomé afirmó que situaciones similares se repiten en todo el país, al punto que “podrían escribirse dos libros” detallando los casos de dirigentes que han sido marginados.

El documento culmina con un mensaje directo a Zelaya, en el que le pide permitir un recambio real dentro del partido. “No es un llamado contra una persona, sino contra la inercia que amenaza con arrastrarnos al abismo”, concluyó.

La carta marca uno de los cuestionamientos internos más contundentes de los últimos años en Libre y abre un debate público sobre el futuro del partido tras su bajo desempeño en las recientes elecciones generales.