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Legisladores demócratas en el Congreso de Estados Unidos intensificaron este viernes sus críticas contra la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, instándola a presentar su renuncia ante lo que describen como Fallas en la gestión de inmigración y seguridad durante una audiencia que se tornó tensa y conflictiva.

La petición fue formulada en una sesión del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, donde Noem compareció para responder sobre las políticas migratorias de la administración del presidente Donald Trump. Los demócratas argumentaron que las acciones de la funcionaria han agravado la situación en la frontera y generado abusos en la aplicación de las leyes de inmigración.

Durante la audiencia, el congresista Bennie Thompson, miembro de mayor rango del comité por el Partido Demócrata, acusó a Noem de usar de manera inadecuada los recursos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y de implementar deportaciones masivas que, según él, han debilitado la seguridad nacional.

En su intervención, Thompson solicitó que Noem dimitiera de inmediato o que el presidente Trump tomara esa decisión antes de que continúe “dañando la seguridad y los derechos civiles”.

La secretaria Noem, en respuesta a la exigencia, adoptó una postura desafiante, señalando que consideraría la petición de renuncia como un “respaldo” a su labor, y defendió las políticas de línea dura que ha impulsado en materia migratoria, incluidas redadas y deportaciones que forman parte de la estrategia de la administración republicana para reducir la inmigración irregular.

La audiencia fue marcada también por interrupciones de manifestantes en el Capitolio que expresaron su rechazo a las acciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y a las deportaciones, lo que reflejó el ambiente polarizado alrededor de las políticas del DHS.

Algunos legisladores del partido Demócrata incluso relacionaron estas políticas con decisiones judiciales recientes que han cuestionado prácticas de detención y deportación aplicadas por el gobierno.

Mientras los demócratas exigen cambios en el liderazgo del departamento, varios legisladores republicanos defendieron a Noem y elogiaron su enfoque, argumentando que fortalece la seguridad fronteriza y la aplicación de la ley. El apoyo de los sectores conservadores complica la posibilidad de una destitución, aunque la polémica pone en evidencia el profundo desacuerdo entre los partidos sobre la dirección de la política migratoria en Estados Unidos.

La disputa se desarrolla en un contexto político cada vez más fracturado, con la inmigración como uno de los temas más divisivos del país, y coloca a Noem bajo una creciente presión pública y legislativa mientras continúa defendiendo las estrategias del gobierno en la materia.