En un contexto político marcado por la desconfianza y las denuncias de posible fraude electoral, tres de los cinco candidatos presidenciales de Honduras firmaron un “Convenio Democrático para la Defensa del Voto”, con el objetivo de garantizar la transparencia del proceso electoral y la protección de las actas durante el conteo de sufragios en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre.

El documento fue suscrito por Nasry Asfura, del Partido Nacional; Salvador Nasralla, del Partido Liberal; y Mario Rivera, del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH).

Los aspirantes se comprometieron a respetar la voluntad popular expresada en las urnas y a actuar como guardianes del voto, en defensa del principio democrático de la soberanía ciudadana.

Por su parte, Rixi Moncada, candidata del Partido Libertad y Refundación (Libre) formación gobernante liderada por la presidenta Xiomara Castro y coordinada por el expresidente Manuel Zelay, y Nelson Ávila, del Partido Innovación y Unidad Socialdemócrata (PINU-SD), no participaron en la firma del convenio.

El acuerdo fue promovido por la Plataforma Ciudadana Defensores de Honduras, integrada por representantes de diversos sectores sociales y encabezada por el general en retiro Mario Hung Pacheco, quien definió la defensa del voto como un acto de “honor y compromiso con el pueblo hondureño”. “Respetar la voluntad popular es una obligación moral y política que fortalece la democracia”, señaló el coordinador de la iniciativa.

Durante la firma, Nasry Asfura, quien busca la presidencia por segunda ocasión, exhortó a los hondureños a participar activamente en los comicios. “Tenemos un gran compromiso con la democracia y con la libertad de Honduras. Defender el voto es defender el futuro del país”, manifestó.

Por su parte, el liberal Salvador Nasralla llamó a celebrar unas elecciones limpias y transparentes, animando a los votantes a elegir “a quien consideren honesto y que no haya robado nada”.

En tanto, el democristiano Mario River pidió que la ciudadanía acuda masivamente a las urnas, subrayando que la democracia “se construye con participación y respeto”.

El Convenio Democrático para la Defensa del Voto establece que los firmantes rechazan cualquier forma de intimidación, manipulación o abuso de poder que ponga en riesgo el sufragio libre o la confianza en las instituciones electorales. Además, promueve la vigilancia ciudadana del conteo de votos y la defensa pacífica de los resultados oficiales.

El proceso electoral avanza en medio de tensiones entre el oficialismo y la oposición, en un ambiente donde predominan las acusaciones cruzadas, el discurso polarizado y las preocupaciones por la seguridad de magistrados y consejeros electorales.

Más de seis millones de hondureños están habilitados para ejercer el voto y elegir al presidente de la República, tres designados presidenciales, 298 alcaldías, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.

Con la firma de este convenio, los candidatos opositores buscan enviar un mensaje de unidad y compromiso democrático, de cara a unas elecciones que serán vistas como un termómetro de la estabilidad política e institucional del país.