El candidato presidencial Salvador Nasralla lanzó el viernes por la noche a través de una conferencia uno de sus discursos más emotivos y confrontativos de la campaña, asegurando que Honduras “ya no está indefenso” y que el país cuenta con una estructura política lista para resguardar los resultados en las elecciones del domingo. El aspirante del Partido Liberal afirmó que esta vez “no habrá espacio para el robo electoral”, aludiendo a los procesos de 2013 y 2017, cuando él denunció fraude en su contra.

Nasralla destacó que la organización liberal se encuentra desplegada en todo el territorio, integrada según dijo por ciudadanos dispuestos a custodiar cada acta.

Aseguró que su candidatura representa “al león de la gente decente”, una figura con la que buscó transmitir fortaleza y perseverancia. “Ustedes me hicieron presidente en su corazón y este domingo lo harán en las urnas”, expresó frente a simpatizantes, insistiendo en que defenderá cada sufragio “sin retroceder”.

El presentador y político también cargó contra actores que, según él, han marcado episodios de corrupción y abusos recientes en el país. Mencionó el saqueo del Seguro Social, la fallida compra de hospitales móviles, la reelección de 2017 y la manipulación del sistema electoral.

Señaló que quienes hoy pretenden mostrarse como “salvadores” son los mismos que, a su juicio, hundieron al país en crisis humanitarias y políticas. “Los que no quieren que yo gobierne son los mismos que negociaron con estructuras criminales y manipularon la Fiscalía para perseguir adversarios”, afirmó.

Nasralla insistió en que su único respaldo real es la ciudadanía y que no tiene compromisos con grupos de poder. Reiteró que desde 1988 ha denunciado redes de narcotráfico y corrupción, y comparó su trayectoria con el pasaje bíblico de David, asegurando que su aspiración nace de un “corazón dispuesto a servir”.

En la recta final de su mensaje, llamó a sus seguidores a mantenerse vigilantes en las Juntas Receptoras de Votos, alegando que “los criminales están listos para intentar robar el resultado”. Pidió a jóvenes, independientes, liberales y “nacionalistas decentes” no abandonar sus mesas y conservar la disciplina hasta el cierre de la jornada.

“Esta vez vamos a ganar y esta vez no nos van a robar”, concluyó, en medio de un proceso electoral marcado por tensiones, desconfianza institucional y acusaciones cruzadas entre las principales fuerzas políticas.