El periodismo hondureño está de luto tras la muerte de Salomón Salguero Banegas, conocido cariñosamente como “El Poeta”, quien dedicó más de cinco décadas a informar, formar colegas y defender la libertad de expresión. Su fallecimiento la noche del martes deja un vacío profundo en el gremio, pero también un legado imborrable de ética, valentía y compromiso social.

Nacido en Sulaco, Yoro, Salguero creció en un entorno humilde marcado por la lectura y la curiosidad. Tras completar estudios secundarios en Tegucigalpa, obtuvo una beca del Departamento de Estado de Estados Unidos para estudiar Periodismo y Relaciones Públicas en la Universidad de Loyola, en Luisiana. Su vocación quedó definida: el periodismo se convirtió en su causa y su deber con Honduras.

De regreso al país en 1967, inició su carrera en el diario El Pueblo, enfrentando tiempos difíciles donde disentir podía ser peligroso. Fue detenido en varias ocasiones, participó en protestas y siempre defendió la verdad frente a la censura y las amenazas. Su apodo, “El Poeta”, surgió de su amor por la poesía social y de protesta, inspirada en autores como Pablo Neruda y Nicolás Guillén, plasmando en versos la crítica al poder y la esperanza en la ciudadanía.

Salguero también dejó huella en la radio como corresponsal de HRN en San Pedro Sula, convirtiéndose en una voz confiable y cercana para miles de hondureños. Además, lideró en dos ocasiones el Colegio de Periodistas de Honduras, Capítulo Noroccidental, defendiendo la libertad de prensa y promoviendo la unidad del gremio.

A lo largo de su vida recibió reconocimientos como el Premio Álvaro Contreras, pero su mayor orgullo fue el respeto y cariño de colegas, oyentes y alumnos. Su ética, humildad y dedicación hicieron de él un referente para varias generaciones de periodistas.

El legado de “El Poeta” trasciende los micrófonos y las páginas impresas; vive en cada joven que ejerce el periodismo con valentía y en cada palabra comprometida con la verdad. El gremio ha expresado su pesar y en varias redacciones se han encendido velas en homenaje a su memoria.

Honduras despide a Salomón Salguero con gratitud y respeto. Su voz se apaga, pero su ejemplo y su mensaje seguirán resonando en cada cabina, cada titular y en la historia viva del periodismo hondureño.