El flujo migratorio de hondureños continúa marcando cifras preocupantes. Entre enero y octubre de 2025, más de 34 mil compatriotas fueron deportados, según el Instituto Nacional de Migración (INM), lo que representa un incremento del 22,4 % respecto al mismo periodo del año anterior.

El informe detalla que 26.711 personas el 78,1 % del total fueron retornadas desde Estados Unidos, país que se mantiene como el principal destino y punto de retorno de los migrantes hondureños. Le siguen México, con 4.139 deportaciones (12,1 %), y Guatemala, con 3.330 (9,7 %).

Incluso se registraron 40 repatriaciones desde naciones tan lejanas como Gabón, Guadalupe, los Estados Federados de Micronesia y Ucrania, reflejando la dispersión global de la migración hondureña.

La mayoría de los retornados son jóvenes en edad productiva:

* 13.252 tenían entre 21 y 30 años.

* 10.146 entre 31 y 40 años.

* 3.395 entre 11 y 20 años.

* 4.848 entre 41 y 50 años.

Del total de deportados, 29.738 son adultos —26.168 hombres y 3.570 mujeres—, mientras que 4.482 son menores de edad, equivalentes al 13,1 % del total.

De los 34.220 casos contabilizados, 26.664 personas fueron deportadas de forma forzosa, 6.771 retornaron bajo programas de asistencia humanitaria y 785 lo hicieron voluntariamente, informó el INM.

El organismo vincula el incremento de retornos con la política migratoria restrictiva de Estados Unidos, que ha intensificado las detenciones y deportaciones de centroamericanos. Según datos oficiales, en ese país residen alrededor de 1,8 millones de hondureños, entre documentados e indocumentados, muchos de los cuales emigraron por la pobreza, la violencia y la falta de empleo.

En todo 2024, Honduras registró 34.384 deportaciones, lo que había representado una disminución respecto a 2023, cuando los retornos superaron los 51.000. Sin embargo, los datos de 2025 muestran un repunte claro, marcando un retroceso en los esfuerzos por contener la migración irregular.

Pese al aumento de deportaciones, las remesas familiares siguen siendo un pilar esencial para la economía nacional. El Banco Central de Honduras estima que los envíos de los migrantes alcanzaron los 10.000 millones de dólares en 2024, lo que equivale a una cuarta parte del Producto Interno Bruto (PIB).

Las autoridades migratorias han reiterado su llamado a fortalecer los programas de reintegración social y laboral para los hondureños retornados, mientras organismos internacionales alertan sobre el impacto social y económico de esta ola migratoria que, año tras año, sigue marcando la realidad del país.