La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, aseguró en rueda de prensa que las Fuerzas Armadas (FFAA) han venido interfiriendo de manera activa en las actividades del organismo electoral, lo cual según ella pone en riesgo la independencia del proceso de cara a las elecciones generales.

López afirmó que personal militar ha ingresado sin autorización a áreas sensibles del CNE, ha tomado fotografías y ha generado roces con los empleados. “Me quieren poner un bozal”, denunció, en alusión a los intentos por silenciar sus críticas.

Aunque reconoce que los militares tienen la tarea de brindar seguridad en espacios como el Centro Logístico Electoral (CLE) del INFOP, sostuvo que existe una “cuestión sistemática” de tensión entre su institución y los soldados.

López no se queda callada: aseguró que, si la orden no viene de los superiores del CNE, no sabe de dónde procede, y reafirmó que denunciará públicamente cualquier irregularidad. “No tengo nada que ocultar”, señaló.

En respuesta, las Fuerzas Armadas han calificado sus acusaciones como “falsedad” y han rechazado la idea de manipular informes o bitácoras.

El reclamo de López se enmarca en un contexto más amplio de confrontaciones políticas. Ella también ha denunciado amenazas al personal del CNE y una estrategia para debilitar institucionalmente al órgano electoral.

Sus declaraciones no han pasado desapercibidas: sectores políticos y de la sociedad civil han advertido que la crisis entre el CNE y las FFAA podría generar desestabilización institucional, justo en los momentos previos a los comicios.