A las puertas del inicio del periodo de silencio electoral en Honduras, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez llamó este domingo a transformar esos cinco días sin propaganda política en un momento de oración, discernimiento y serenidad, lejos de los mensajes de confrontación que han marcado la campaña.

Durante la homilía dominical en la Basílica de Suyapa, en Tegucigalpa, Rodríguez subrayó que el país entra en una etapa decisiva y que el proceso no debe convertirse en una carrera por el poder, sino en una oportunidad para actuar con madurez espiritual y responsabilidad cívica.

“El poder no vale nada delante de Dios”, recordó el cardenal al señalar que la semana previa a los comicios debería ser un espacio para pensar con claridad y no un período “lleno de malos sentimientos”.

A partir del martes, más de seis millones de hondureños habilitados para votar deberán enfrentar la recta final hacia las elecciones generales del 30 de noviembre, en un ambiente de pausa obligatoria donde toda propaganda y concentración política quedan suspendidas por ley.

Rodríguez invitó a los candidatos a cargos de elección popular a aprovechar este tiempo para orar y reflexionar sobre sus decisiones. “Qué bello que el silencio no esté vacío, sino lleno de oración”, expresó, insistiendo en que la pausa debe servir para pensar quiénes representan lo mejor para el país “a la luz de Dios y de la propia conciencia”.

El líder religioso advirtió además sobre la tentación de dejarse seducir por “reyezuelos” y promesas vacías que, según dijo, terminan generando frustración y desilusión en la población.

El Consejo Nacional Electoral (CNE) recordó que, durante el silencio electoral, los aspirantes solo podrán difundir sus propuestas mediante los medios de comunicación, sin realizar mítines, caravanas o mensajes proselitistas directos.

Cinco candidatos compiten por llegar a la presidencia, aunque las encuestas muestran como principales contendientes a Rixi Moncada (Libre), Nasry Asfura (Partido Nacional) y Salvador Nasralla (Partido Liberal).

Quien resulte electo asumirá el cargo el 27 de enero de 2026, tomando el relevo de la presidenta Xiomara Castro.

El mensaje del cardenal llega en un momento en el que distintos sectores llaman a la calma y a la responsabilidad cívica para evitar que la tensión política afecte la jornada electoral más importante del país en cuatro años.