A pocos días de las elecciones generales del 30 de noviembre, crece la inquietud entre ciudadanos de distintas zonas del país por retrasos en la entrega del Documento Nacional de Identificación (DNI) y por presuntos cambios inesperados en los centros de votación.

En municipios como Valle de Ángeles y Santa Lucía, habitantes denunciaron que aún no reciben su tarjeta de identidad, pese a haber cumplido con el proceso de enrolamiento desde hace meses. “Hicimos todo a tiempo y todavía no nos entregan nada”, expresaron algunos afectados, quienes temen quedar imposibilitados de ejercer su derecho al voto.

La situación se replica en otras regiones del país, donde usuarios reportan largas filas, trámites lentos y falta de información en las oficinas del Registro Nacional de las Personas (RNP). En Tegucigalpa, varios ciudadanos señalaron que fueron enviados a municipalidades del occidente para obtener el “pin” requerido para reclamar el documento, un traslado que consideran innecesario y costoso.

A los reclamos por la falta de identidades se suman denuncias de cambios en los centros de votación. Algunos electores afirmaron haber sido trasladados a localidades distantes, dificultando su participación el día de los comicios. Incluso hondureños en el extranjero han reportado irregularidades, como el caso de la analista Marcela Caro, quien aseguró haberse enrolado en Florida, pero haber sido asignada para votar en Houston.

Organizaciones civiles solicitaron al Consejo Nacional Electoral (CNE) y a las misiones de observación internacional revisar con urgencia estas denuncias para garantizar que ningún ciudadano quede excluido del proceso.

En un ambiente político ya marcado por la desconfianza y la polarización, la falta de documentos y los cambios de centros de votación elevan la preocupación sobre la transparencia de los comicios, mientras miles de hondureños intentan resolver a contrarreloj su situación para poder votar este 30 de noviembre.