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El papa León XIV instó este jueves en Turquía a que más personas promuevan el diálogo y la cooperación ante los crecientes conflictos globales, durante un discurso pronunciado frente al presidente Recep Tayyip Erdogan y al cuerpo diplomático en la Biblioteca Nacional del Palacio Presidencial.

El pontífice advirtió que la humanidad atraviesa un periodo de fuertes tensiones, alimentadas por estrategias de poder económico y militar, que han llevado a lo que Francisco denominó “la tercera guerra mundial a pedazos”. “¡No hay que ceder en modo alguno a esta deriva!”, enfatizó, recordando que los recursos invertidos en conflictos se restan a desafíos vitales como la paz, la lucha contra la pobreza, la educación, la salud y la protección del medio ambiente.

León XIV subrayó que la Santa Sede está dispuesta a colaborar con todas las naciones preocupadas por el desarrollo integral de las personas, aportando su fuerza espiritual y moral. Destacó además la riqueza de la pluralidad de la sociedad turca y la importancia de proteger la dignidad y libertad de todos los ciudadanos, cristianos y no cristianos, nacionales y extranjeros, ricos y pobres.

El papa señaló que “una sociedad está viva si es plural”, y afirmó que la homogeneización sería un empobrecimiento. También hizo un llamado a honrar la dignidad de todos los hijos de Dios, señalando que un corazón abierto a la voluntad divina promueve el bien común y el respeto por todos.

Entre los temas abordados, León XIV mencionó la histórica Escuela Teológica de Halki, cerrada desde 1971, y pidió que se reabra, recordando su importancia en la formación de líderes ortodoxos como el patriarca Bartolome de Constantinopla. Además, alertó sobre los riesgos de la tecnología y la inteligencia artificial si no se aplican con justicia, subrayando que la responsabilidad última recae en la humanidad.

Su mensaje en Turquía, en un contexto de tensiones geopolíticas y religiosas, fue un llamado a la cooperación, al diálogo interreligioso y al respeto por la diversidad cultural y espiritual, resaltando la misión de la Iglesia de trabajar por la paz y el desarrollo humano en todo el mundo.