INTERNACIONALES

La secretaria de Prensa de Estados Unidos, Karoline Claire Leavitt, aseguró que los documentos recientemente desclasificados por la directora de Inteligencia Nacional “sacan a la luz la verdad” sobre los acontecimientos que rodearon las elecciones de 2016 y, según su versión, exoneran al expresidente Donald Trump y a su entorno de cualquier vínculo con Rusia.

La desclasificación de documentos por parte de la Dirección de Inteligencia Nacional de Estados Unidos volvió a encender la confrontación política entre republicanos y demócratas. Desde la Casa Blanca, la portavoz presidencial sostuvo que el nuevo material confirma irregularidades cometidas durante la administración de Barack Obama, mientras opositores y exfuncionarios han rechazado reiteradamente estas acusaciones en el pasado y defienden la legalidad de las investigaciones de aquel período.

De acuerdo con Leavitt, el material divulgado apuntaría a que la administración del entonces presidente Barack Obama habría impulsado acciones encubiertas para desacreditar a Trump antes y después de su victoria electoral. La portavoz afirmó que, mientras públicamente se hablaba de una transición pacífica del poder, en privado se habrían ejecutado maniobras destinadas a generar desconfianza pública y debilitar al nuevo gobierno.

La Casa Blanca sostiene que la inteligencia utilizada para iniciar investigaciones sobre una presunta colusión con Rusia fue “fabricada y politizada”, y que esa narrativa se mantuvo pese a que —según el actual gobierno— no existían pruebas contra Trump. En sus declaraciones, Leavitt mencionó a numerosos exfuncionarios y figuras políticas, a quienes responsabilizó de haber participado en lo que calificó como un montaje político.

Estas afirmaciones reabren un debate que ha marcado la política estadounidense durante casi una década. Mientras aliados de Trump consideran que la desclasificación confirma sus denuncias de persecución política, críticos señalan que se trata de interpretaciones partidistas y recuerdan que investigaciones anteriores concluyeron sin cargos por conspiración con Rusia en contra de Obama.