II Semana del Tiempo Ordinario
23 de enero de 2025

Lectura del santo evangelio según san Marcos
Marcos 3, 7-12
Cuando los poseídos por espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios”. Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
En casa debe haber una Biblia o un ejemplar del Nuevo Testamento. Les propongo que lo busquen y se fijen en los mapas bíblicos, de un modo particular aquel que dice “La Palestina en tiempos de Jesús”.
Allí encontramos las ciudades y regiones que el texto evangélico de Marcos nos ofrece hoy. Existe, por lo tanto, una geografía de la Salvación. Existe, sin dudarlo, nuestra propia geografía de la Salvación: allí donde nacemos, donde nos movemos, donde construimos, donde trabajamos, donde amamos. En ella “pasa” Jesús, camina nuestra geografía y nuestra historia.
Nosotros hoy hacemos la misma experiencia: reconocemos a Jesús como el Hijo de Dios, con todas las explicaciones y aplicaciones que se han ido tejiendo a lo largo de los siglos, ayudados por personas dedicadas al estudio bíblico, a la teología, a la pastoral. Pero nuestra fe nos hace reconocerlo una y otra vez y lo más sorprendente, nos hace discípulos de él. Este es nuestro empeño de hoy.