II Semana del Tiempo de Cuaresma
22 de marzo de 2025

Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo:
«Ese acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte que me toca de la fortuna”.
El alejamiento… ¿En qué situaciones me alejo de la casa del Padre, y rompo caprichosamente con la fuente de vida verdadera? ¿Qué cosas se vuelven todo para mí, lejos del Todo que le da sentido a mi vida?
“Ya no merezco ser llamado hijo tuyo”: ¿Cuántas veces he dudado del amor del padre que es amor paterno y materno a la vez? ¿Qué idea de Dios supone en mí esa duda? ¿En qué medida esa idea ha impregnado mi manera de mirar a mis hermanos, considerando quién es digno del amor de Dios y quién no lo es?
Sin embargo, lentamente, comienza a producirse una conversión. Al recapacitar, el joven vuelve a confiar en el amor de su padre, recuerda su alma el amor que la despertó. ¿Existe en mí, en los momentos oscuros, esa confianza en el amor “todomisericordioso” de Dios? ¿Soy capaz de ver más allá de mis dudas a ese Padre que espera y sale al camino buscando con la mirada la figura de su hijo que regresa?