En una jornada cargada de simbolismo y fervor patriótico, más de 50 mil personas se volcaron a las calles de Tegucigalpa este domingo para participar en una masiva movilización ciudadana en defensa de la democracia, la libertad y la paz. La actividad fue encabezada por Nasry Asfura, conocido como “Papi a la Orden”, presidente del Partido Nacional y aspirante a la presidencia de la República.

Sin banderas partidarias y bajo el lema de unidad nacional, la marcha vistió de azul y blanco la capital, en una demostración de compromiso cívico que buscó dejar claro que Honduras no está dispuesta a ceder su democracia. “Primero es Honduras y hay que defenderla con todo nuestro amor, y toda nuestra fuerza”, declaró un emocionado Asfura al ver ondear cientos de banderas nacionales.

Desde la tarima principal, Papi dirigió un mensaje directo a la ciudadanía, exhortando a participar masivamente en las elecciones del próximo 30 de noviembre. “No importa el partido ni la persona. Lo que importa es Honduras. El voto es el arma más poderosa que tiene el pueblo”, afirmó.

Recalcó que más allá de aspiraciones políticas, su compromiso es con la patria. “Aquí nacimos, aquí vivimos y aquí nos vamos a morir. Y por eso, vamos a defender este país hasta el final”, dijo entre aplausos de miles de asistentes.

Desde la tarima principal, Papi dirigió un mensaje directo a la ciudadanía, exhortando a participar masivamente en las elecciones del próximo 30 de noviembre. “No importa el partido ni la persona. Lo que importa es Honduras. El voto es el arma más poderosa que tiene el pueblo”, afirmó.

Recalcó que más allá de aspiraciones políticas, su compromiso es con la patria. “Aquí nacimos, aquí vivimos y aquí nos vamos a morir. Y por eso, vamos a defender este país hasta el final”, dijo entre aplausos de miles de asistentes.

Durante su discurso, Asfura también alertó sobre el riesgo de intentos por imponer modelos ajenos a la realidad hondureña. “Nadie nos va a imponer ideologías fracasadas. Honduras es diferente y vamos a luchar por ella”, señaló con firmeza.

El mensaje de la jornada fue claro: el país exige elecciones limpias, respeto a la voluntad popular y compromiso con el futuro. En palabras de Asfura, “el 30 de noviembre le vamos a decir a Honduras: aquí estamos con nuestro corazón para servirte y protegerte”.

La movilización se convirtió en un punto de inflexión dentro del panorama político nacional, marcando el arranque de una etapa decisiva rumbo a los comicios generales, en medio de tensiones por el cumplimiento del cronograma electoral y la demanda ciudadana de transparencia.