Bajo un cielo nublado pero lleno de esperanza, decenas de mujeres hondureñas se concentraron este miércoles frente al Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas para exigir respeto a la democracia, la Constitución y el proceso electoral programado para el próximo 30 de noviembre.

La jornada, marcada por consignas de unidad y patriotismo, reunió a representantes de diversos sectores sociales, empresarias, académicas, productoras, lideresas comunitarias y defensoras de derechos humanos que coincidieron en un mensaje común: Honduras quiere votar y quiere hacerlo en libertad.

Con pancartas, banderas y mensajes de civismo, las asistentes denunciaron que la estabilidad democrática del país enfrenta una amenaza real ante las presiones políticas que buscan debilitar la institucionalidad electoral. Las manifestantes recordaron que la transparencia del proceso y el respeto a los resultados son pilares esenciales de la paz social. “Sin elecciones no hay libertad, sin voto no hay futuro”, se leía en una de las pancartas que ondeaban frente a la mirada atenta de los medios de comunicación.

Durante la movilización, se escucharon discursos cargados de energía y convicción. La designada presidencial María Antonieta Mejía fue una de las figuras que tomó la palabra para motivar a las presentes. “Les hablo a todas las mujeres que hemos sido violentadas, silenciadas o ignoradas, para que levantemos la voz por la democracia. Esta no es una lucha partidaria, es una causa por Honduras”, expresó. Mejía también hizo un llamado a las Fuerzas Armadas a cumplir su papel constitucional como garantes del orden democrático y del respeto a la voluntad popular. “El deber de los militares es con la patria, con el pueblo y con el voto libre de los hondureños”, subrayó ante los aplausos de las asistentes.

El movimiento, conformado mayoritariamente por mujeres, también quiso reconocer el trabajo de quienes desde las instituciones electorales defienden la legalidad y la transparencia del proceso. En particular, mostraron su apoyo y solidaridad con las consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cosette López y Ana Paola Hall, así como con la magistrada del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Mirian Barahona. Las manifestantes valoraron su valentía y compromiso en medio de presiones políticas, y destacaron que su liderazgo femenino representa una garantía de independencia y profesionalismo en momentos de alta tensión política.

“Las mujeres no solo somos mayoría en las urnas, también somos las guardianas del voto libre y del futuro de nuestras familias”, expresó una de las organizadoras, mientras otras coreaban: “¡Honduras no se rinde!”.

A lo largo de la mañana, el ambiente se mantuvo pacífico y ordenado, enmarcado por mensajes de unidad nacional y respeto institucional. Las participantes insistieron en que su movilización no busca confrontar, sino recordar que la democracia se fortalece cuando se protege la voluntad del pueblo. En su pronunciamiento final, las organizadoras afirmaron que las mujeres hondureñas seguirán vigilantes ante cualquier intento de manipular el proceso electoral y exhortaron a todos los sectores del país a sumarse a esta defensa cívica.

La actividad concluyó con una oración colectiva y un llamado a la paz, al diálogo y al compromiso ciudadano. “Honduras necesita elecciones limpias, transparentes y pacíficas. Votar es un derecho, pero también es un deber con nuestro país”, declararon al finalizar la concentración.

Con un mensaje de esperanza, las participantes reafirmaron que el verdadero cambio vendrá del voto consciente y la participación masiva en las urnas. “Esta lucha no termina hoy dijeron; apenas comienza. Porque si algo hemos aprendido las mujeres hondureñas, es que sin democracia no hay futuro, y sin libertad no hay país.”