Jorge Cálix, una figura destacada del Partido Liberal de Honduras, ha lanzado un fuerte mensaje de oposición al gobierno actual, acusándolo de estar vinculado con el narcotráfico y la corrupción. A través de sus declaraciones, Cálix hace un llamado a la unidad dentro de su partido para recuperar la dignidad y enfrentar lo que considera un gobierno sumido en la impunidad y el narcotráfico. Su postura refleja un creciente malestar en la política hondureña respecto a la corrupción y las alianzas con grupos criminales.

En un discurso enérgico y desafiante, Jorge Cálix, líder del Partido Liberal de Honduras, afirmó que no se someterá ni se arrodillará ante el Gobierno ni ante los narcotraficantes, pidiendo a su partido que recupere la dignidad y alce la voz contra quienes, según él, han llevado al país a la deshonra.

“El Partido Liberal no necesita líderes sumisos ni políticos que se arrodillen ante los narcotraficantes. Es momento de recuperar la dignidad y levantar la voz contra quienes han puesto al país de rodillas”, declaró Cálix. El dirigente se mostró firme en su crítica al gobierno actual, al que acusa de estar vinculado con la "narcofamilión" y de permitir que el narcotráfico se infiltre en las estructuras de poder.

Según Cálix, la lucha del Partido Liberal no debe centrarse en cargos ni privilegios personales, sino en la defensa del futuro del país y la lucha contra el narcotráfico, la corrupción y la impunidad. En su intervención, enfatizó la necesidad de que su partido se “ponga de pie” y enfrente lo que considera un gobierno corrupto que ha puesto a Honduras “de rodillas”.

Cálix hizo un llamado a la unidad dentro del Partido Liberal, instalando a sus miembros a unirse en la lucha por recuperar el poder del pueblo y erradicar la influencia del narcotráfico en la política. “Ya no más narco gobierno. Es hora de enfrentar la corrupción, la impunidad y devolverle el poder al pueblo”, dijo Cálix, convocando a todos aquellos que estén dispuestos a unirse a la causa.

El mensaje de Cálix se enmarca en un contexto de creciente descontento popular y críticas hacia la gestión gubernamental, especialmente en relación con los nexos entre el poder político y el crimen organizado. La postura de Cálix ha resonado fuertemente dentro y fuera del Partido Liberal, donde algunos sectores apoyan su llamado a una mayor transparencia y lucha contra la corrupción.