El candidato presidencial del Partido Liberal de Honduras, Salvador Nasralla, denunció que varios de los alcaldes de su partido enfrentan lo que calificó como una “persecución política sistemática”, a través de atentados, amenazas, procesos judiciales y presiones administrativas.

En un comunicado, el presidenciable señaló que los casos no son hechos aislados, sino parte de una estrategia que busca intimidar a las autoridades locales y debilitar la estructura del liberalismo en el país.

Entre los incidentes, Nasralla mencionó el atentado armado contra Nelson Bueso, alcalde de Azacualpa, Santa Bárbara; los requerimientos judiciales en contra de Aníbal Erazo, de Santa Rosa de Copán; y las amenazas denunciadas por Quintín Soriano, alcalde de Choluteca.

También citó los ataques administrativos que aseguró sufre Henry Mejía, edil de Lepaterique, y los señalamientos en contra de Nahúm Calix, alcalde de Marcovia, Choluteca.

“No nos van a callar ni a doblegar. Lo que buscan es frenar la voluntad de un pueblo que ya decidió cambiar la historia de Honduras”, expresó Nasralla, al reiterar su respaldo a los alcaldes afectados.

El aspirante presidencial también criticó al oficialismo por mantener sin recursos a la Unidad de Política Limpia, entidad encargada de supervisar el financiamiento electoral, lo que calificó como un “chantaje político” que busca impedir el control de fondos de procedencia ilícita en las campañas.

Según Nasralla, esta situación refleja un intento por bloquear la transparencia y favorecer a estructuras ligadas al crimen organizado, al condicionar el presupuesto de la Unidad a la aprobación de más endeudamiento externo.

Finalmente, aseguró que el Partido Liberal seguirá apostando por un futuro de justicia, transparencia y prosperidad, e insistió en que la población hondureña debe mantenerse vigilante ante lo que calificó como acciones para manipular el proceso electoral.