
Proponen replantear el Feriado Morazánico para fortalecer el turismo interno

6 de octubre de 2025
6 de octubre de 2025
La Cámara Nacional de Turismo de Honduras (Canaturh) ha propuesto una revisión del Feriado Morazánico, originalmente establecido en 2014 para promover el turismo interno, debido a una creciente tendencia de los hondureños a viajar al extranjero durante este periodo.
Según Andrés Ehrler, presidente de Canaturh, la falta de una estrategia de promoción efectiva, un marketing insuficiente y la ausencia de incentivos han llevado a que el objetivo inicial del feriado no se cumpla plenamente. Ehrler destaca que sin una colaboración efectiva entre el gobierno y el sector privado, el feriado pierde su propósito y se convierte en una oportunidad para que el gasto turístico se desplace hacia otros países, afectando especialmente a los pequeños empresarios del turismo rural, de naturaleza y aventura.
Durante la reciente Semana Morazánica, se observó una salida masiva de hondureños hacia El Salvador, México, República Dominicana y Colombia. Los pasos fronterizos, como El Amatillo, y los aeropuertos reportaron un incremento notable de viajeros. En contraste, varios destinos turísticos dentro de Honduras, especialmente en zonas rurales, registraron niveles de ocupación más bajos de lo esperado.
Para abordar esta situación, Canaturh sugiere replantear el modelo actual del feriado. Una de las propuestas es dividir la Semana Morazánica en tres fines de semana largos, lo que permitiría distribuir mejor los flujos turísticos, estimular distintas regiones y facilitar el movimiento interno sin paralizar completamente la economía por varios días. Además, se enfatiza la necesidad de una política pública sostenida que incluya inversión en infraestructura vial, seguridad y capacitación para los operadores locales.
La Semana Morazánica fue concebida como una oportunidad para que los hondureños conocieran su territorio, apoyaran la economía local y fortalecieran el sentido de identidad nacional. Actualmente, el desafío es recuperar ese espíritu original y convertir nuevamente el feriado en un verdadero motor de desarrollo, evitando que se convierta en una oportunidad para que el turismo y el dinero hondureño se desplacen fuera del país.