Una simple fotografía desató un vendaval político y digital en Honduras. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, fue captada leyendo el libro “Los fraudes electorales del Foro de São Paulo”, una imagen que rápidamente se volvió viral y desató una avalancha de reacciones, memes y comentarios cruzados en redes sociales.

Lo que parecía una escena inofensiva terminó en una sátira nacional, cuando usuarios rebautizaron la portada del libro con frases como “Cómo hacer llorar a Marlon Ochoa”, en alusión al también consejero del CNE, conocido por su férrea defensa del oficialismo.

Las reacciones no tardaron en llegar desde la esfera política. La diputada nacionalista Lissi Matute Cano ironizó la situación en la red social X recomendando infusiones relajantes al “niño berrinchudo”, en referencia a Ochoa, mientras el también congresista Sergio Figueroa arremetió con fuerza al acusar a López de estudiar los “métodos de fraude” supuestamente promovidos por el Partido Libre y figuras como Manuel Zelaya y Rixi Moncada.

El incidente no quedó en simples burlas: muchos usuarios digitalmente editaron la imagen de López intercambiando libros, incluyendo el polémico “El Golpe 28J”, escrito por el expresidente Zelaya.

Esta obra fue objeto de críticas recientemente luego de que el gobierno intentara imponer su lectura en escuelas públicas mediante un decreto, lo que provocó el rechazo de sectores académicos y sociales por considerar la medida ideológica y partidaria.

La fotografía y sus consecuencias ocurren en un momento particularmente delicado para el país, que se acerca a elecciones marcadas por la polarización y la desconfianza en los árbitros electorales.

Así, entre libros, sátiras y declaraciones incendiarias, el CNE vuelve al centro del debate, mostrando que en Honduras, la política puede convertirse en una tragicomedia incluso desde la más sencilla de las lecturas.