El precandidato presidencial del Partido Liberal, Salvador Nasralla, calificó como un “grave error” las declaraciones de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien sugirió que la base militar de Estados Unidos en Palmerola “perdería toda razón de existir” si el nuevo gobierno de Donald Trump ejecuta deportaciones masivas de migrantes hondureños.

Durante una entrevista en una emisora radial, Nasralla opinó que la postura de Castro pone en riesgo la relación histórica de Honduras con Estados Unidos, una nación de la que el país centroamericano ha sido dependiente durante más de 200 años. “Uno puede amenazar a alguien de su mismo calibre, pero hacerlo siendo un pulgarcito contra una potencia mundial es un gran error”, afirmó.

La base de Palmerola, ubicada en el centro de Honduras, alberga a unos 400 militares estadounidenses desde su construcción en la década de 1980. Ha sido un punto estratégico para las operaciones de Estados Unidos en la región, particularmente durante la Guerra Fría.

Nasralla defendió su importancia, argumentando que contribuye a la soberanía nacional debido a la debilidad de las Fuerzas Armadas hondureñas.

“El tener una base militar estadounidense evitaría que un país vecino se atreviera a invadir Honduras y nos quitara, por ejemplo, una isla en el Golfo de Fonseca”, señaló.

Nasralla también criticó la supuesta influencia de asesores venezolanos y cubanos en el discurso de la presidenta, advirtiendo que enfrentarse a una potencia como Estados Unidos podría traer consecuencias graves para Honduras. “Ellos te aplastan, te ponen el zapato encima y te hacen desaparecer”, agregó, recordando que Honduras no cuenta con recursos como el petróleo de Venezuela para sostener un conflicto de este tipo.

Las deportaciones anunciadas por Trump, que comenzarían a partir del 20 de enero, generan gran preocupación en Honduras, donde más de un millón de ciudadanos viven en Estados Unidos, ya sean como residentes legales o indocumentados. De estos, 280.000 están en lista de deportación.

Las remesas enviadas por los migrantes representan aproximadamente el 25 % del PIB de Honduras, siendo uno de los principales sustentos económicos de las familias en el país. Ante este panorama, Nasralla instó al gobierno a negociar un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS) con autoridades estadounidenses y evitar confrontaciones innecesarias.

En un mensaje dirigido a la nación, Xiomara Castro declaró que espera que la administración de Trump esté abierta al diálogo “constructivo y amistoso” y evite represalias contra los migrantes hondureños, quienes, según ella, “hacen un gran aporte a la economía norteamericana”.

Sin embargo, advirtió que un escenario de deportaciones masivas podría llevar a un cambio en las políticas de cooperación con Estados Unidos, específicamente en el ámbito militar.

Nasralla concluyó sugiriendo que Honduras debe priorizar las negociaciones diplomáticas con Estados Unidos, destacando que otras potencias como China o Rusia no podrán ofrecer el mismo nivel de apoyo al país centroamericano.