En medio del ambiente político cargado que vive Honduras a pocas semanas de las elecciones generales, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, salió a reafirmar la posición institucional de las Fuerzas Armadas: mantenerse al margen de cualquier inclinación partidaria y asegurar un proceso pacífico y transparente.

Durante sus declaraciones, Hernández fue enfático en que el rol de los militares será exclusivamente de acompañamiento al Consejo Nacional Electoral (CNE) y no de intervención.

“No vamos a apuntar nuestras armas, vamos a ser respetuosos, independientemente de lo que pase con nuestro pueblo hondureño”, expresó, destacando que la lealtad de la institución “está con la Constitución y no con los candidatos”.

El mensaje llega en un momento clave, cuando diversos sectores políticos y sociales han manifestado preocupación por posibles tensiones en el periodo previo a los comicios.

Ante ello, el alto mando militar buscó transmitir calma y confianza, subrayando que las Fuerzas Armadas ya se encuentran a disposición del CNE para colaborar en la logística y seguridad del proceso electoral.

Respecto a la controversia por la solicitud de copias de las actas presidenciales una acción que generó interpretaciones diversas sobre el alcance de la participación militar, Hernández desestimó cualquier señal de intromisión: “No es una interferencia, solo una petición técnica con el objetivo de fortalecer la transparencia”.

El pronunciamiento del general Hernández refuerza la línea institucional que los militares hondureños han mantenido en los últimos procesos electorales, en los que su papel se ha limitado a garantizar la seguridad de los centros de votación y el traslado del material electoral.

Con su declaración, las Fuerzas Armadas buscan enviar un mensaje de confianza a la ciudadanía y a la comunidad internacional, asegurando que la estabilidad democrática del país será respetada, independientemente de los resultados que surjan el próximo 30 de noviembre.