La consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, denunció públicamente que el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Roosevelt Hernández, habría sugerido que efectivos militares destacados en los centros de votación tomen fotografías de las actas electorales y las envíen al centro de transmisión como parte de un conteo paralelo.

Durante su participación en el programa “El Personaje” de CHTV, López expresó su preocupación por la propuesta, calificándola como “un riesgo grave para la transparencia electoral” y una posible intromisión de las Fuerzas Armadas en tareas que competen exclusivamente a las autoridades electorales.

“No podemos permitir que militares armados interfieran en el proceso ni que tomen fotografías de las actas bajo instrucciones externas. Eso compromete la independencia y la credibilidad del conteo”, advirtió la consejera.

La declaración de López ha generado debate público, ya que la participación de las Fuerzas Armadas en procesos electorales está limitada por ley a funciones de resguardo, transporte y seguridad del material electoral, pero no a la manipulación o registro de datos.

Según explicó la consejera, la idea fue planteada en el marco de las coordinaciones logísticas previas al proceso de elecciones primarias de 2025, donde el Ejército tiene la tarea de custodiar urnas y papeletas. Sin embargo, la iniciativa de tomar fotografías de las actas fue considerada por López como “una invasión a las competencias del CNE”.

“La seguridad es importante, pero la transparencia electoral no se garantiza con presencia militar en las actas. Eso es una función técnica y civil, bajo control del sistema oficial de transmisión”, insistió.

López subrayó que el CNE debe mantener su autonomía plena y que cualquier intento de incluir a las Fuerzas Armadas en actividades de conteo o verificación puede poner en entredicho la neutralidad institucional.

“La ciudadanía necesita confiar en que los resultados provienen de un proceso técnico, transparente y no influenciado por actores armados”, afirmó.

Además, recordó que los observadores nacionales e internacionales serán los encargados de supervisar la legalidad y la pureza del sufragio, por lo que introducir mecanismos paralelos de conteo sin aprobación del pleno del CNE podría generar controversia o impugnaciones.

El señalamiento ocurre en medio de un ambiente político cada vez más tenso de cara a las elecciones primarias de 2025, en las que los partidos definirán a sus candidatos presidenciales y legislativos. En las últimas semanas, el CNE ha sido centro de atención por discrepancias internas y por denuncias de presión política sobre su funcionamiento.

Cossette López reiteró su compromiso con la defensa de la legalidad electoral y advirtió que seguirá denunciando cualquier intento de vulnerar la independencia del organismo.

“Nuestro deber es garantizar un proceso limpio, sin miedo y sin presiones. No podemos permitir que el proceso electoral se convierta en un campo de control o manipulación”, concluyó.

Con esta declaración, la consejera reafirmó su postura de mantener el carácter civil, técnico y transparente de las elecciones, recordando que la participación de los militares debe limitarse estrictamente a la seguridad logística, sin involucrarse en el conteo ni en el manejo de la información electoral.