El Consejo Nacional Electoral (CNE) avanza en un ambicioso plan tecnológico destinado a asegurar la transmisión de datos durante las elecciones generales de 2025.

La estrategia contempla incorporar conectividad satelital, reforzar la cobertura de internet en zonas remotas y garantizar enlaces redundantes para reducir al mínimo el riesgo de fallos en la llegada de resultados.

Honduras enfrenta desde hace años una realidad compleja: miles de centros de votación ubicados en áreas rurales o de difícil acceso carecen de internet estable. Esta debilidad tecnológica ha provocado retrasos en procesos anteriores y ha sido señalada como un punto crítico para la transparencia electoral.

Con esa condición de fondo, el CNE busca anticiparse a los problemas que podrían surgir en 2025. El objetivo es que la transmisión de actas sea fluida incluso en comunidades sin infraestructura de telecomunicaciones o con señal irregular.

La institución plantea habilitar soluciones satelitales en centros donde la cobertura terrestre es nula o insuficiente. Estos equipos permitirán enviar datos directamente desde el recinto electoral hacia los servidores del sistema de resultados preliminares.

A esta medida se suma el establecimiento de rutas alternas de comunicación, que permitirán operar incluso si ocurre una caída de red en determinadas zonas o con determinados proveedores.

Como parte del proceso, el CNE desarrolla un inventario actualizado de los centros de votación con mayores retos de conectividad. El análisis identifica áreas rurales dispersas, aldeas montañosas, comunidades costeras y regiones fronterizas donde los operadores privados no han logrado ofrecer una cobertura estable.

Con este mapeo, el organismo electoral podrá definir cuántos equipos satelitales se necesitan, dónde instalar refuerzos de señal y qué zonas requieren soluciones mixtas.

La modernización de la transmisión de datos también apunta a acelerar la carga de actas, reduciendo los tiempos de espera y evitando vacíos informativos que históricamente han alimentado la incertidumbre el día de la elección. El CNE considera que este fortalecimiento tecnológico es indispensable para asegurar credibilidad en un proceso donde la ciudadanía exige mayor transparencia y eficiencia.

El plan contempla trabajo conjunto con instituciones públicas relacionadas con telecomunicaciones, así como con proveedores privados que podrían apoyar en zonas donde ya existe infraestructura básica. La idea es establecer acuerdos previos que permitan una operación continua, segura y supervisada.

Con la fecha electoral acercándose y el país enfrentando un clima político exigente, el CNE acelera los preparativos para garantizar que la transmisión de resultados no esté condicionada por limitaciones técnicas. La conectividad satelital surge como el recurso clave para cubrir los vacíos existentes y asegurar que, desde las comunidades más remotas hasta los centros urbanos, el flujo de datos electorales sea confiable y oportuno.