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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá el próximo martes 6 de mayo al primer ministro electo de Canadá, Mark Carney, en la Casa Blanca. El encuentro marcará el inicio de negociaciones formales sobre los aranceles impuestos a Canadá y la redefinición de la relación bilateral entre ambos países.

La cita fue confirmada por Carney durante su primera rueda de prensa desde que ganó las elecciones generales canadienses el pasado lunes. El líder canadiense anticipó una reunión difícil pero constructiva, y señaló que, si bien no espera resultados inmediatos, su gobierno está comprometido a luchar por un acuerdo favorable para Canadá.

“Nuestro enfoque será tanto en las presiones comerciales inmediatas como en una relación económica y de seguridad más amplia entre nuestras dos naciones soberanas”, declaró Carney, quien también advirtió que “si Trump opta por dividir el mercado norteamericano, Canadá tiene otras opciones”.

El encuentro se considera de alto perfil por la composición del equipo negociador estadounidense y el tiempo reservado para el diálogo. Las áreas clave en discusión incluyen sectores estratégicos como minerales críticos, la industria automotriz y la energía.

La tensión entre ambas naciones ha aumentado recientemente, alimentada por declaraciones de Trump sobre su interés en anexionar Canadá, lo que ha provocado una ola de preocupación y rechazo por parte del gobierno y la sociedad canadiense.

En cuanto a sus planes de gobierno, Carney anunció una transformación económica histórica: eliminar barreras al comercio interno, recortar impuestos y crear un fondo de 25.000 millones de dólares canadienses para impulsar la construcción de viviendas. También endurecerá el código penal y reducirá el número de trabajadores extranjeros temporales y estudiantes internacionales al 5 % de la población total antes de 2027, frente al actual 7,3 %, para aliviar la presión sobre los servicios públicos.

La nueva administración tomará posesión la semana del 12 de mayo. Además, Carney invitó al rey Carlos III a realizar una visita oficial y a inaugurar el nuevo periodo legislativo con el tradicional Discurso del Trono, en un gesto simbólico para subrayar la soberanía de Canadá como nación.