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Policía rastrea paradero del presidente Yoon Suk-yeol en medio de crisis institucional

8 de enero de 2025

La policía surcoreana anunció este miércoles que está rastreando la ubicación exacta del presidente Yoon Suk-yeol, en medio de especulaciones sobre una posible huida tras enfrentar un proceso de destitución y la amenaza de arresto por su fallida declaración de ley marcial en diciembre.

 

Desde mediados de diciembre, cuando el Parlamento aprobó la destitución de Yoon, su presencia ha sido mayormente recluida en su residencia oficial en Seúl. Sin embargo, las autoridades no han podido confirmar su parada con certeza desde principios de esta semana. La última verificación ocurrió el viernes pasado, cuando funcionarios de la Oficina para la Investigación de Casos de Corrupción para Altos Funcionarios (CIO) intentaron detenerlo, pero fueron bloqueados por el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS).

 

El Partido Democrático (PD), principal oposición, aumentó la presión sobre las autoridades al plantear la posibilidad de una fuga. El director del CIO, Oh Dong-won, admitió el martes ante un comité parlamentario que no tenía información que confirmara que Yoon permanecía en su residencia. “Se están barajando varias posibilidades”, señaló Oh.

 

En respuesta, un representante de la Oficina Presidencial aseguró que "por lo que sabemos, el presidente se encuentra actualmente en su vivienda oficial".

 

Yoon enfrenta una investigación por un supuesto delito de insurrección, relacionado con su declaración de estado de excepción el pasado 3 de diciembre. Este es el único cargo al que un presidente surcoreano no es inmune, y conlleva penas de cadena perpetua o incluso la pena capital, aunque Corea del Sur mantiene una moratoria sobre esta última desde hace casi 40 años.

 

El presidente tiene prohibido abandonar el país, y, de ser arrestado, los investigadores contarán con 48 horas para interrogarlo y podrían solicitar una orden para extender su detención.

 

El 14 de diciembre, el Parlamento destituyó a Yoon por su intento de imponer la ley marcial, 11 días antes, en un acto considerado anticonstitucional. Ahora, su destino político depende del Tribunal Constitucional, que tiene hasta junio para decidir si lo restituye o lo destituye definitivamente.

 

La incertidumbre sobre el desfile de Yoon y el proceso judicial en su contra profundizan la crisis institucional en Corea del Sur. Su posible arresto o huida agravaría la espiral de inestabilidad política en el país, con implicaciones tanto internas como internacionales en un momento crítico para la región.

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