
Panamá reafirma soberanía del canal ante amenazas de Trump: «Una conquista irreversible»
8 de enero de 2025

El Gobierno panameño reafirmó este martes que el Canal de Panamá es una "conquista irreversible" y símbolo de su plena soberanía, en respuesta a las nuevas declaraciones del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, quien sugirió no descartar medidas coercitivas, incluyendo el uso de la fuerza militar, para retomar el control de la vía interoceánica.
El canciller panameño, Javier Martínez-Acha, subrayó que el canal es el resultado de décadas de lucha por la soberanía nacional y advirtió que no es negociable. “Reitero lo que ya ha dicho el presidente: la soberanía de nuestro canal no es negociable y es parte de nuestra historia de lucha, una conquista irreversible”, afirmó en una declaración oficial.
El canal, gestionado exclusivamente por manos panameñas desde su transferencia el 31 de diciembre de 1999, es operado por la Autoridad del Canal de Panamá bajo un sistema que garantiza neutralidad y transparencia. Martínez-Acha también se enfatizó en que las relaciones con Washington se manejarán por los canales diplomáticos formales una vez que Trump asuma el cargo el próximo 20 de enero.
En una rueda de prensa en Mar-a-Lago, Trump criticó nuevamente a Panamá por lo que calificó como tarifas excesivas para los barcos estadounidenses y repitió la acusación de que China tiene influencia indebida sobre la operación del canal, una afirmación que el Gobierno panameño ha desmentido reiteradamente.
Ante preguntas de periodistas sobre si descartaba económicos o militares para recuperar el control del canal, Trump respondió: “No, no puedo asegurarles que descartaré ninguna de esas dos opciones”.
Estas declaraciones han generado un fuerte rechazo en Panamá, que recientemente conmemoró el 35º aniversario de la invasión estadounidense de 1989, un episodio que dejó entre 500 y 4,000 muertos y llevó a la abolición del ejército panameño.
El canal fue construido por Estados Unidos, que lo operó desde su inauguración en 1914 hasta su transferencia total a Panamá en 1999, según lo establecido en los Tratados Torrijos-Carter firmados en 1977. Estos tratados no solo devolvieron el control de la vía a Panamá, sino que también dictaminó su neutralidad permanente, comprometiendo a ambas naciones a respetar la operación de esta arteria estratégica para el comercio global.
“Las únicas manos que controlan el canal son panameñas y así seguirán siendo”, aseguró el canciller Martínez-Acha, rechazando las acusaciones de Trump sobre la supuesta influencia china en la vía.
El Canal de Panamá, por donde transita aproximadamente el 3% del comercio mundial, sigue siendo crucial para Estados Unidos, su principal usuario, y para el comercio internacional.
Sin embargo, expertos destacan que cualquier intento por parte de Washington de intervenir en el canal podría desatar una crisis diplomática y tensiones regionales.
Martínez-Acha concluyó reafirmando el compromiso de Panamá con el diálogo y las buenas relaciones internacionales, pero dejó claro que la soberanía nacional no está en discusión: “Somos un país abierto al diálogo hoy y siempre, a las inversiones ya las buenas relaciones, pero con la clara consigna de que la Patria está en primer lugar”.
La postura de Panamá envía un mensaje contundente de defensa de su soberanía y de su papel como garantía del comercio mundial en medio de un panorama internacional cada vez más complejo.