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En un momento marcado por múltiples crisis globales, desde conflictos bélicos hasta desigualdades sociales y cambio climático, el papa León XIV reafirma el papel de la doctrina social católica como un puente para el diálogo, la paz y la construcción de una cultura del encuentro. Su discurso apunta a unir a la humanidad en torno a valores comunes que superen las divisiones actuales.

El papa León XIV hizo un llamado este sábado a utilizar la doctrina social de la Iglesia como una herramienta fundamental para promover la paz y el diálogo, en una audiencia con miembros de la Fundación ‘Centesimus Annus Pro Pontifice’ en la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano.

«Ayudémonos unos a otros, como exhorté la noche de mi elección, a construir puentes, con diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz», expresó el pontífice estadounidense, subrayando que este proceso no es improvisado sino un «entramado dinámico y continuo de gracia y libertad».

León XIV destacó la oportunidad de la doctrina social eclesial para ofrecer una perspectiva antropológica que permita abordar con profundidad las cuestiones sociales. Recalcó especialmente la importancia de fomentar una ‘cultura del encuentro’ basada en el diálogo y la amistad social.

Recordó además el legado del papa León XIII, quien en tiempos de grandes transformaciones impulsó el diálogo social entre capital y trabajo, tecnologías e inteligencia humana, y entre diferentes culturas y naciones para contribuir a la paz.

El papa también evocó al difunto papa Francisco y su concepto de ‘policrisis’ para describir la compleja realidad actual, marcada por guerras, cambio climático, desigualdades crecientes, migraciones forzadas, pobreza, innovaciones tecnológicas disruptivas y precariedad laboral.

En este contexto, León XIV afirmó que la doctrina social de la Iglesia tiene el reto de aportar claves que integren ciencia y conciencia para generar conocimiento, esperanza y paz.

Mañana domingo, el papa León XIV celebrará la misa de inicio de su pontificado, evento que concentrará la atención mundial con una asistencia prevista de 250,000 personas en el Vaticano y la presencia de cerca de 150 delegaciones oficiales, incluidos mandatarios internacionales.