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El Gobierno de Israel advirtió este martes que tomará acciones tras la entrega incorrecta por parte de Hamás de los restos de un rehén, en lo que las autoridades califican como un acto deliberado de engaño. La portavoz oficial, Shosh Bedrosian, afirmó que el primer ministro Benjamín Netanyahu ha convocado a altos mandos militares para evaluar “las graves repercusiones” que enfrentará el grupo palestino.

Según Bedrosian, las fuerzas israelíes captaron mediante dron cómo milicianos de Hamás depositaban los restos de un rehén en un hoyo antes de notificar a la Cruz Roja sobre el hallazgo. Los restos corresponden a Ofir Tzarfati, secuestrado el 7 de octubre de 2023 y fallecido en Gaza, cuyo cuerpo ya había sido recuperado y enterrado en diciembre del mismo año. El análisis forense confirmó que no se trataba de los cuerpos de los 13 rehenes que permanecen fallecidos en el enclave.

“El procedimiento fue grabado completo: Hamás colocó los restos parciales en un hoyo, los cubrió con tierra y luego los entregó a la Cruz Roja. Fue un acto intencionado y un engaño vergonzoso”, denunció Bedrosian. Posteriormente, el Ejército israelí difundió un vídeo de 14 minutos que muestra la secuencia, desde la colocación de la bolsa mortuoria hasta la intervención de la Cruz Roja en el sitio, no identificado en Gaza.

Desde la perspectiva de Hamás, Israel ha violado más de 125 veces el alto el fuego desde su implementación, incluyendo bombardeos, disparos y detenciones, causando la muerte de 94 gazatíes y heridas a más de 300 personas, según el ministerio de Sanidad de Gaza. Durante este alto el fuego, Hamás liberó a los 20 cautivos restantes a cambio de cerca de 2.000 presos palestinos y entregó 15 cuerpos; aún permanecen 13 en Gaza.

Israel, a su vez, ha devuelto a Gaza 195 cuerpos, muchos con evidencias de abusos, tortura o quemaduras, según imágenes y reportes médicos difundidos por el Ministerio de Sanidad. Hasta ahora, solo 75 de estos cuerpos han podido ser identificados.

Este incidente añade tensión a un contexto ya delicado entre Israel y Hamás, en medio de un proceso de intercambio de rehenes y cuerpos que continúa siendo un punto crítico en la región.