
Guerra comercial de EEUU puede restar 0,7 % al crecimiento global
11 de abril de 2025

El impacto de la guerra comercial impulsada por el Gobierno de Estados Unidos podría traducirse en una reducción del 0,7 % en el crecimiento de la economía mundial de aquí al año 2040, según advirtió este viernes el Centro de Comercio Internacional (CCI). Esta entidad, nacida de una colaboración entre la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la agencia de comercio de Naciones Unidas, se especializa en apoyar a países en desarrollo para integrarse al comercio global.
Pamela Coke-Hamilton, directora del CCI, explicó que la estimación fue realizada antes de que el entonces presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara una postergación de noventa días en la imposición de los llamados "aranceles recíprocos". Estos aranceles, considerados extraordinariamente altos, afectan a una amplia gama de países exportadores, aumentando significativamente los derechos de aduana.
A pesar del aplazamiento, la incertidumbre generada por esta política ya está teniendo efectos en la economía internacional. “Habrá cambios y nuevas alianzas basadas en el reconocimiento de que la estabilidad, la confianza y la predictibilidad son aspectos importantes del comercio. Los países tomarán decisiones en función de esto”, declaró Coke-Hamilton durante una rueda de prensa.
Entre los países que podrían verse más perjudicados se encuentran, además de China, Tailandia y México. La OMC, por su parte, ha alertado que las consecuencias de esta política podrían traducirse en una caída del 3 % en el volumen del comercio mundial.
Frente a este panorama, algunos países ya están ajustando sus estrategias. Las exportaciones mexicanas, que históricamente han estado dirigidas principalmente a Estados Unidos, ahora están siendo reorientadas hacia mercados como Canadá, Brasil e India. En el caso de Vietnam, que enfrentó un arancel del 90 %, el país ha comenzado a diversificar sus destinos comerciales hacia regiones como Oriente Medio, el norte de África, la Unión Europea y Corea del Sur.
Coke-Hamilton subrayó que para enfrentar los efectos de este tipo de shocks globales —incluidos pandemias, desastres climáticos o cambios abruptos en las políticas comerciales—, los países deben enfocarse en tres pilares fundamentales: diversificación, valor añadido e integración regional. Estos elementos serán claves para que las economías emergentes puedan sortear con mayor solidez escenarios de alta volatilidad como el actual.