INTERNACIONALES

La muerte del papa Francisco marca un hito histórico tanto para la Iglesia Católica como para la política internacional. Su liderazgo reformista, su enfoque en la justicia social y su papel activo en temas globales lo convirtieron en una figura de enorme influencia más allá del ámbito religioso. Su funeral ha sido un acontecimiento diplomático de primer orden, reflejo del prestigio que alcanzó durante su pontificado. El proceso para elegir a su sucesor ya está en marcha, y el cónclave próximo será clave para el futuro rumbo de la Iglesia.

La Plaza de San Pedro se convirtió este sábado en el epicentro de la diplomacia internacional, al acoger el funeral del papa Francisco, fallecido recientemente. Al acto fúnebre asistieron más de 130 delegaciones internacionales, incluyendo medio centenar de jefes de Estado y diez soberanos reinantes, en lo que constituye uno de los eventos más significativos para el Vaticano en lo que va del siglo.

El estricto protocolo del funeral, cuidadosamente orquestado para evitar conflictos diplomáticos, dispuso los lugares según el orden alfabético en francés, un detalle logístico que subraya la sensibilidad geopolítica del evento.

Entre los asistentes destacados figura el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aterrizó la noche del viernes en Roma acompañado por la primera dama, Melania Trump. Trump afirmó que aprovecharía la ocasión para encontrarse con diversos líderes extranjeros presentes.

También se hizo presente el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, junto con su esposa Janja, y el mandatario argentino Javier Milei, acompañado por su hermana Karina y varios ministros, incluyendo al canciller Gerardo Werthein.

Desde América Latina también llegaron los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa, y República Dominicana, Luis Abinader, quien estuvo acompañado de su esposa, Raquel Arbaje, y del presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco. México envió a la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, en representación de la presidenta Claudia Sheinbaum, mientras que Colombia estuvo representada por la primera dama, Verónica Alcocer, y la canciller Laura Sarabia.

Por parte de España, los reyes Felipe VI y Letizia encabezaron la delegación oficial, junto a las vicepresidentas del Gobierno María Jesús Montero y Yolanda Díaz, el ministro de la Presidencia Félix Bolaños, y el líder opositor Alberto Núñez Feijóo.

La presencia internacional se extendió al ámbito institucional, con figuras como el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; la del Parlamento Europeo, Roberta Metsola; así como mandatarios y representantes de Moldavia, Noruega y Luxemburgo.

A nivel eclesiástico, ya han llegado a Roma 149 cardenales de los 252 que integran el colegio cardenalicio, de los cuales 133 participarán en el próximo cónclave para elegir al nuevo pontífice, en cumplimiento con la norma que establece que solo pueden votar los cardenales menores de 80 años.