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El Ejército de Estados Unidos confirmó este martes la muerte de catorce personas tras un ataque dirigido a cuatro embarcaciones que, según el Pentágono, estaban involucradas en el tráfico de drogas en aguas internacionales del Pacífico Oriental.

El secretario de Guerra, Pete Hegseth, detalló que ocho de los presuntos “narcoterroristas” murieron en la primera lancha atacada, cuatro en la segunda y dos de los tres ocupantes de la tercera. Sobre la cuarta embarcación no ofreció detalles. Hegseth aseguró que no hubo bajas entre las fuerzas estadounidenses.

“Siguiendo instrucciones del presidente Donald Trump, el Departamento de Guerra llevó a cabo tres ataques letales contra embarcaciones operadas por organizaciones terroristas designadas que traficaban con narcóticos en el Pacífico”, señaló el funcionario en su cuenta de X. Además, indicó que el Comando Sur de EE. UU. activó de inmediato los protocolos para rescatar al único superviviente, coordinación que asumieron autoridades mexicanas de búsqueda y rescate.

El Pentágono ha subrayado que estos ataques forman parte de una estrategia más amplia: se trata del undécimo golpe registrado contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico desde que la administración de Trump comenzó operaciones en el Caribe y luego en el Pacífico, acciones que han dejado alrededor de sesenta víctimas.

Según la información oficial, las embarcaciones atacadas fueron identificadas previamente por inteligencia estadounidense por transitar rutas conocidas de tráfico de drogas y transportar narcóticos. Los incidentes ocurrieron frente a las costas de Colombia, en aguas internacionales, y podrían incrementar las tensiones entre Estados Unidos, Venezuela y Colombia, países que han sido señalados por Trump por supuestos vínculos con redes de narcotráfico.

Estos recientes ataques se producen en el marco de uno de los despliegues militares más grandes en la región caribeña de los últimos años. A los buques de guerra, submarinos, destructores y aviones de combate ya presentes, se sumó recientemente el portaaviones USS Gerald Ford, el más moderno de la flota estadounidense, que se encuentra en ruta hacia la zona.