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Un informe filtrado al que tuvo acceso el Los Ángeles Times advierte sobre un operativo de control migratorio «a gran escala» programado para finales de febrero en la ciudad de Los Ángeles, conocida por ser una «ciudad santuario» en materia de inmigración.

Según el documento interno revisado por el diario, el operativo será liderado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) y tendrá como objetivo a inmigrantes sin estatus legal o con órdenes de deportación vigentes.

Este operativo se enmarca dentro de una creciente política de deportaciones masivas impulsada por el gobierno del presidente Donald Trump, quien asumió el cargo el 20 de enero.

La medida también es parte de una ofensiva contra las ciudades santuario, cuyos gobiernos locales y organizaciones defienden que estas políticas fortalecen la confianza entre las comunidades migrantes y las fuerzas del orden, permitiendo la denuncia de delitos sin temor a represalias migratorias.

Bajo la legislación estadounidense, vivir en el país sin autorización no constituye un delito penal, sino una falta de carácter civil. No obstante, el gobierno federal ha intensificado su postura contra la inmigración indocumentada.

Investigaciones, como las de la Universidad de Stanford, han demostrado que los inmigrantes tienen una menor probabilidad de cometer delitos o ser condenados en comparación con ciudadanos nacidos en EE.UU., desafiando el discurso que vincula la migración con el crimen.

La posible redada en Los Ángeles genera preocupación en la comunidad migrante y en organizaciones de derechos humanos, que alertan sobre el impacto de estas en familias y trabajadores medidas que han construido su vida en el país.