FARÁNDULA

Anunciado justo cuando el británico cumplía 69 años, y a solo dos días de fallecer, reseñar un disco así, con todo lo que le rodea siempre será complicado. "Blackstar" además de ser un testamento de la vida y obra de David Bowie, sigue siendo un disco que se aventura en nuevas aguas para el británico.

Tenemos pop, avant garde electrónico, incluso reminiscencias de jazz, con letras ambiguas que inevitablemente nos hablan de conclusiones, de algo que está por finalizar.

Con la mirada que dan los años, piezas como "Lazarus" (que fue lanzado como single), la homónima "Blackstar", así como también "Dollar Days" se catalogan entre las mejores canciones que nos dejó Bowie en las últimas décadas.

Un disco que terminó por erigir la figura de David como un verdadero tótem.

Un antes y después en términos de música popular, un hombre vanguardista que logró llevar su vanguardismo a las masas; y un legado eterno para las nuevas generaciones que decidan zambullirse en las aguas del duque blanco.

Eso es "Blackstar ☆", un ejercicio sobre la mortalidad y fragilidad del ser humano, proveniente de un artista que sabía que tenía los días contados. Y eso, siempre será vanguardista.