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La noche en que el mundo se arrodilló ante Black Sabbath

6 de julio de 2025

El 5 de julio de 2025 pasará a la historia como una fecha imborrable para los amantes del metal y la música en general. En un emotivo y monumental concierto titulado Back to the Beginning, más de 43,000 personas llenaron el estadio Villa Park, en Aston, Birmingham, para despedir a los padrinos del heavy metal: Black Sabbath.

 

A lo largo de once intensas horas, la jornada no solo sirvió como el retiro oficial de la banda, sino también como la última presentación en vivo de Ozzy Osbourne, quien debido al Parkinson se presentó en un trono, rodeado de amor, leyenda y una audiencia profundamente conmovida.

El evento fue seguido en streaming por cerca de seis millones de personas alrededor del mundo, convirtiéndolo en un acontecimiento global.

Tomemos en cuenta a modo de paréntesis que toda Europa vivió una jornada de fuerte movimiento a nivel musical, por un lado en Hanover, Alemania, Scorpions celebraban su aniversario número 60, por otro lado, Iron Maiden hacia de las suyas con el Run For Your Lives World Tour, y claro en Birmingham se convertiría en el epicentro mundial de un evento que nadie desearía perder, e inclusive se pudo apreciar la gran cantidad de músicos de otras bandas que prefirieron ser parte del público y disfrutar de la experiencia, nombres como Alissa White-Gluz de Arch Enemy y del Sir Dr. Brian May de Queen se pudieron reconocer entre la audiencia.

El lugar seleccionado fue el Estadio Villa Park en Aston, con una capacidad máxima cercana a los 43,000 espectadores, fue testigo de una hermandad palpable entre fans que habían viajado desde todos los rincones del planeta. Banderas de diferentes países, abrazos entre desconocidos y lágrimas compartidas fueron constantes durante la jornada.

Más allá del cartel estelar, la atmósfera en el estadio fue de celebración, gratitud y homenaje a una banda que definió un género. Desde muy temprano, largas filas serpenteaban por las calles aledañas al estadio.

 

Muchos asistentes acamparon desde el día anterior para asegurarse un lugar cerca del escenario. Algunos portaban camisetas de giras de los años 70, mientras que otros, más jóvenes, acudieron acompañados por sus padres y abuelos, marcando así un encuentro generacional único.

Tras abrir puertas un par de horas antes, las rendiciones empezarían a la 1:00 p.m. tiempo local de Londres con Mastodon quienes encendieron el ambiente al interpretar "Black Tongue" y "Blood and Thunder", cerrando con una poderosa versión de "Supernaut" y que contaría con la participación de Danny Carey, Eloy Casagrande y Mario Duplantier.

 

Hay que notar que el orden de las bandas fue limitado entre dos a cuatro canciones, tomando en cuenta un par de originales y un cover ya sea de Ozzy Osbourne o de Black Sabbath.

Además de esto la logística fue uno de los aspectos sobresalientes dentro de la organización del Back to the Beginning con un escenario giratorio dividido en mitades de 180 grados, en los cuales una mitad correspondía para la banda que se encontraba en acción con su respectivo backline, mientras que los otros 180 grados eran para preparar otras configuraciones, ya sea amplificadores extras y en algunos casos un set con tres baterías. Aquí un equipo de técnicos y sonidistas trabajaron a precisión de reloj suizo para que las cosas funcionaran en base a los horarios establecidos.

Luego siguieron Rival Sons, quienes sorprendieron con una sentida versión de "Electric Funeral", y la complementarían en su setlist con "Do Your Worst", y "Secret"

Anthrax haría de las suyas aprovechando la interacción con la gente con dos temas, Joey Belladona, su clásico vocalista demostró la madera con la cual la banda se presentaba en el escenario, y en este caso abrían la brecha con Indians de su Among The Living, mientras que el cover seleccionado seria Into The Void, el cual tuvo una tremenda ovación por parte de los miles ahí reunidos en el estadio y de millones que seguían la transmisión a través de streaming.

Con Halestorm mantuvieron la energía elevada, esta última liderada por Lzzy Hale, única vocalista femenina del cartel, empezarían fuerte su actuación con "Love Bites (So Do I)", "Rain Your Blood On Me" y se llevaría las palmas con una pulida versión de "Perry Mason" de Ozzy.

Hale, emocionada, dedicó su presentación a todas las mujeres que crecieron escuchando a Sabbath en secreto o en contra de la norma, agradeciendo el espacio en un festival históricamente masculino.

Lamb of God estaba en una perfecta forma que demolería literalmente el escenario, donde un eufórico Randy Blythe daba las gracias a la organización por tomarlos en cuenta, y que agradecía a Black Sabbath por los años que han servido de inspiración tanto para ellos como para otras bandas, así desató un asalto sónico con "Laid to Rest", "Redneck", y una tremenda rendición de “Children of the Grave"

Luego, el primer gran momento colaborativo llegó con el Supergroup A: una alineación gloriosa que sorprendió a propios y extraños por las variadas alineaciones y claro, con un medley bien seleccionado, aquí se interpretarían en vivo The Ultimate Sin" (con Nuno Bettencourt, Mike Bordin, David Ellefson, Lzzy Hale, Jake E. Lee, Adam Wakeman), "Shot in the Dark" (con Bordin, David Draiman, Ellefson, Lee, Wakeman), "Sweet Leaf" (con Bettencourt, Bordin, Draiman, Ellefson, Scott Ian), "Believer" (con Frank Bello, Bettencourt, Whitfield Crane, Ian, Sleep Token II, Wakeman), "Changes" (con Bello, Bettencourt, Sleep Token II, Wakeman, Yungblud)

 

En el intermedio aparecería Jack Black haciendo su versión de "Mr. Crowley" (acompañado de Revel Ian, Roman Morello), vale destacar que la actuación fue completamente pregrabada, y aplaudida para quien lleva el espíritu de la película “Rock School”, muy bien ahí por Jack.

Alice in Chains, uno de los grandes nombres dentro del cartel aplico una dosis inteligente de nostalgia con un temazo que es uno de sus más icónicos como lo es "Man in the Box", seguido de "Would?", "Fairies Wear Boots", su vocalista William DuVall ofreció una catedra soberbia en sus interpretaciones, y tomemos en cuenta que dos músicos de Alice In Chains tocaron anteriormente con Ozzy tal fue el caso del baterista Mike Inez y el guitarrista Jerry Cantrell.

Todo mundo se enfocaría en los franceses Gojira, quienes fueron sorpresa en los recientes juegos olímpicos, y pondrían agresión con "Stranded", "Silvera", "Mea Culpa (Ah! Ça ira!)" (con Marina Viotti), y el cover de la ocasión seria "Under the Sun".

 

Luego, una batalla de bateristas sacudió el estadio: Danny Carey, Chad Smith y Travis Barker se unieron para tocar "Symptom of the Universe" con una fuerza brutal, aunque para Smith le toco ciertos momentos complicados, pero con agilidad pudo resolver y salvar el jam.

Esta sección fue introducida por un video homenaje a los bateristas de la historia de Sabbath, incluyendo una mención especial a Bill Ward, presente esa noche.

El Supergroup B, dirigido por Tom Morello, fue un banquete para los sentidos: iniciaban con "Breaking the Law" de Judas Priest (con Danny Carey, Billy Corgan, K. K. Downing, Adam Jones, Tom Morello, Rudy Sarzo), "Snowblind" (con Carey, Corgan, Downing, Jones, Morello, Sarzo), "Flying High Again" (con Bettencourt, Sammy Hagar, Vernon Reid, Sarzo, Smith, Wakeman), "Rock Candy" (con Bettencourt, Hagar, Morello, Sarzo, Smith, Wakeman), "Bark at the Moon" (con Barker, Bettencourt, Tobias Forge a la voz, Reid, Sarzo, Wakeman), "Train Kept A-Rollin'" (con Barker, Bettencourt, Morello, Sarzo, y ver a un Steven Tyler que destaco por mucho en el escenario, Andrew Watt, Ronnie Wood), "Walk This Way" (con Bettencourt, Morello, Sarzo, Smith, Tyler, Watt), "Whole Lotta Love" (con Bettencourt, Morello, Sarzo, Smith, Tyler, Watt)

La interacción entre Morello y Ronnie Wood reconocido guitarra de The Rolling Stones fue uno de los momentos más comentados en redes sociales, demostrando que la fusión de generaciones sigue vigente.

Pantera no se guardó nada y llegaron con la premisa de no tomar prisioneros en el escenario. Phillip Anselmo, Rex Brown, Zakk Wylde y Charle Benante llegarían a poner una dosis merecida de caos a la gente que estaba presente a esa hora.

La ronda arrancaba con "Cowboys from Hell", seguido de "Walk, de paso un feliz Jason Momoa saltaba del escenario al pit para ser parte del resto de un ritual de canto, circulo, golpes y hermandades de todo el mundo que se congregaban ahí.

La parte solemne llegaría de la mano de "Planet Caravan" un tema que ellos grabaron más de 20 años para su disco Far Beyond Driven, y para darles gusto al público pondrían de cabeza a todos rematarían su participación con una versión pesadísima de Electric Funeral. Todo el repertorio en si resonó como cañones.

Después de Pantera era el turno de Tool quien hipnotizó e hizo de las suyas con un set corto como lo fue "Forty Six & 2", la versión de Sabbath de "Hand of Doom", y cerrarían con "Ænema", fue uno de los números mas esperados en la mitad de la jornada, y es muy valedero decir que muchas generaciones disfrutaron de inicio a fin de su performance.

Tras el cambio de escenario se anunciaba a un peso pesado como lo es Slayer, en uno de sus regresos más intensos, y que desatarían un vendaval de violencia generando dos monstruosos mosh pits que se podían apreciar desde las tomas aéreas. La lección de violencia arrancaría con  clásicos de culto como "Disciple", "War Ensemble", la versión de Sabbath de "Wicked World", "South of Heaven", "Raining Blood", y el épico cierre lo representaría a toda regla con "Angel of Death", literalmente la banda se adueñó por méritos propios del escenario con un Tom Araya que a veces se miraba sonriente y mal encarado, junto con Gary Holt y Kerry King en las guitarras que destacaron una verdadera pelea de velocidad en sus seis cuerdas, y claro la presencia de Paul Bostaph en la batería haría que aquello fuera un ataque preciso y medido.

Los seguidores más extremos agitaron banderas y formaron círculos de mosh que no se veían desde festivales como Donington o Hellfest, aquello fue una fiesta a toda la extensión de la palabra.

De nuevo y recuperado del moshpit, Jason Momoa presentaba a Guns N' Roses.

Axl, Slash, Duff y el resto de la banda tomarían lugares en una presentación que tuvo mucha división entre los que asistieron como quienes vieron el evento en línea. Axl Rose, visiblemente emocionado, agradeció a Sabbath por “haber encendido el fuego que nos trajo hasta aquí”.

Su setlist consistía en canciones como It's Alright", aquí la ronda de canciones Sabbathicas se haría notar en ronda con "Never Say Die", "Junior's Eyes" y "Sabbath Bloody Sabbath", para cerrar luego con "Welcome to the Jungle" y "Paradise City".

En los números para muchos fue una presentación cuestionada y criticada para los Gunners, algunos los defendían poniendo en razón la extensa gira que llevan alrededor del mundo, cuyos espectáculos tienen una duración de 3 horas, recordemos que Rose de 63 años ha tenido problemas vocales a través de los años, y un desgaste es algo muy de lo normal con vocalistas que llevan registros altos, algo que ha sido en parte comprendido por los presentes, y otros sin temblar la mano los hundirían catalogando como lo peor de la jornada junto con la participación en horas tempranas de David Draiman de Disturbed, el cual fue abucheado por el público, y el motivo: su defensa al ejército de Israel y su pública firma de misiles contra Palestina, posición que ha afirmado en este último tiempo. Draiman puso el micrófono para que la gente coreara sus versiones de "Sweet Leaf" y "Shot in the Dark", dejando un mal sabor de boca en ese momento.

Para salvar el mal sabor provocado por los Gunners, llegaría Metallica a limpiar la cara en el segmento programado, recordemos que Metallica ha manifestado que sus influencias han sido Black Sabbath y han tenido la oportunidad de girar con Ozzy en el pasado. James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo vendrían a calmar y agitar mas la marea con "Hole in the Sky", "Creeping Death", "For Whom the Bell Tolls", "Johnny Blade", "Battery", y al cierre con su clasico "Master of Puppets".


James Hetfield dedicó unas palabras a Ozzy y Tony Iommi, llamándolos “los arquitectos del trueno eterno”.

Ya entrando en la noche de manera literal era momento de los dos actos finales.

Entonces, el momento que todos esperaban: Ozzy Osbourne, en trono, recibió una ovación que duró más de cinco minutos. Con voz firme y acompañado por un show de luces y pirotecnia, Con el grito que ha sido característico en su carrera como lo es “Let The Madness Begin” interpretó en su primera parte "I Don’t Know", "Mr. Crowley".

Con "Mama, I’m Coming Home" desataría una reacción jamás vista entre los ahí presentes. Una conexión sucedió de inmediato, y las cuarenta mil almas cantarían este tema a una sola voz, esto conmovió al Madman que tuvo que contener las lágrimas para seguir cantando, pero la reacción fue instantánea, muchos ahí, jóvenes y de la vieja guardia se hicieron un nudo en la garganta, otros lloraron de la emoción al ver por última vez a un personaje tan querido como Osbourne, que daba intenciones de levantarse del trono y decir… quiero quedarme más tiempo, a pesar de tener 76 años, lo dio todo, dejo el alma y el corazón en el escenario, pero a veces las enfermedades y la edad fueron los factores que pusieron las cosas en su lugar, y cabe mencionar todo el loco estilo de vida que Oz ha llevado a través de los años teniendo como amantes tanto al alcohol como a las drogas, derivando de ello que padezca de Parkinson, limitando así su movilidad.

La interpretación de sus compañeros fue impecable en ese momento. Pero lejos de la tristeza Ozzy cerraría con un hitazo que lo marcaria en su carrera como lo es "Crazy Train", mostrando partes de ese video, pero en especial un muy merecido homenaje a alguien que lo apoyo en sus primeros días como lo fue Randy Rhoads. El trono de Ozzy, decorado con murciélagos metálicos y luces púrpura, se convirtió en un símbolo visual del evento, replicado por fanáticos en redes sociales y convertido en tendencia mundial bajo el hashtag #ThroneOfOzz.

Tras caer el telón y decir entre líneas que la carrera de Ozzy Osbourne terminaba ahí, los técnicos y personal encargado del escenario corrían a toda velocidad para preparar los cambios con una escenografía justa para la ocasión, la espera generaba expectativa y a la vez tensión entre los fans para saber que sorpresas traería la banda que cerraba dignamente este evento.

Finalmente, cuando la media noche caía sobre Birmingham, subieron al escenario Tony Iommi, Geezer Butler, Bill Ward y el mismo Ozzy.

La alineación original de Black Sabbath tocaría por última vez juntos como banda. Recordemos que años atrás la banda estaba fracturada, en especial por asuntos con su baterista Bill Ward, en los cuales fueron desde comentarios muy fuertes hasta asuntos legales que sostenían con sus compañeros en aquel entonces.

 El juntarse de nuevo era un claro mensaje al mundo, los egos se dejaban de lado, y esto debía de hacerse para los fans una última vez, disfrutar del momento y cerrar dignamente su historia.

Así caerían sobre el estadio clásicos marcados en la historia de Sabbath como ser "War Pigs", "N.I.B.", una versión extendida de "Iron Man" por cortesía de una intro de bajo del gran Geezer Butler. De nuevo el madman lloraba en una mezcla de alegría y tristeza al ver como el mundo rendía honores a aquellos músicos que por más de cinco décadas empezarían en una fábrica a moldear sus sueños, y a que través de su música que ellos llamaban siniestra sellarían su destino y el de la música en general, el cual miles de bandas orgullosamente los llaman sus influencias y sus padrinos.

Ozzy solo podía decir con el corazón en la mano las gracias por hacer de este momento el más importante de la vida en la carrera de una banda que estaba ya en proceso de retiro.

El golpe final se asestaría con "Paranoid”. En el setlist que se ejecutaba por parte de los británicos cada nota era una despedida, cada riff y golpe era un recuerdo eterno. El estadio coreaba al unísono, muchos con lágrimas en los ojos, sabiendo que estaban siendo parte de algo único e irrepetible.

Algunas cámaras enfocaban a padres abrazando a sus hijos, otros filmaban con manos temblorosas, sabiendo que esa sería la última vez que Ozzy y sus hermanos de banda tocarían juntos. De esa manera al finalizar las notas una estruendosa ovación de 5 minutos haría que Ozzy y sus compañeros se quedaran ahí… congelados, viendo desde arriba lo que estaba pasando,

Los juegos pirotécnicos daban la señal que la comunión llegaba a su fin, y en un gigantesco telón la banda agradecía a todos los reunidos en el estadio y en resto del mundo “Gracias a todos, todos ustedes son jodidamente maravillosos”, y así entre aplausos las carreras tanto de Ozzy Osbourne como de Black Sabbath mueren, pero ahí mismo nace el mito y la historia de cómo estos músicos dejaban una profunda huella en la mente de los ahí presentes, dejando a entender que esto solo era el fin… pero también el principio…

El evento tuvo un propósito benéfico: parte de lo recaudado se destinó a Cure Parkinson’s, el Birmingham Children’s Hospital y Acorn Children’s Hospice. Fue un gesto noble de una banda que no solo hizo historia, sino que cerró su capítulo con dignidad, solidaridad y mucho corazón.

 

Back to the Beginning reuniría en números la cantidad de 43 mil espectadores y rompiendo el récord de asistencia en línea de 6.5 millones de personas que desde diferentes partes del mundo no podían perderse de este evento, y que a pesar de las diferencias de horarios entre continentes no solo demostró que aquello era un acto de hermandad, no fue sólo un concierto, fue una ceremonia de despedida, una celebración de medio siglo de legado, un puente entre generaciones y una muestra de cómo la música une, emociona y deja huellas eternas.

 

Fue también una reafirmación de que el metal, lejos de desaparecer, se transforma y renueva, encontrando siempre formas de hablarle al alma humana con crudeza, belleza y autenticidad.

Ozzy y sus compañeros se despidieron diciendo: "Gracias por tanto amor... los llevo en mi alma".

Y así, con las luces apagándose y el eco de "Paranoid" retumbando en el corazón colectivo, el mundo entero se arrodilló ante Black Sabbath por última vez… muchas gracias por todo…

 

Agradecimientos especiales a Whaydiph Hamilton Trochez por su gentileza y ayuda para hacer posible este reporte.

 

Texto e imágenes: Johonny González


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