FARÁNDULA

El actor francés Gérard Depardieu ha sido declarado culpable de agresión sexual contra dos mujeres durante el rodaje de la película Las persianas verdes y ha sido condenado a 18 meses de prisión. Sin embargo, la pena no será de cumplimiento efectivo, aunque sí incluye otras consecuencias judiciales significativas: la inscripción del actor en el registro nacional de agresores sexuales de Francia y la privación de sus derechos civiles durante dos años.

Este fallo representa un momento decisivo para la industria cinematográfica francesa, que comienza a enfrentar con mayor firmeza los abusos cometidos por figuras poderosas. El juicio, celebrado en ausencia de Depardieu, quien se encontraba trabajando en Portugal, se centró en los testimonios de dos trabajadoras del set: una escenógrafa y una asistente de realización. Ambas denunciaron acoso sexual, comentarios sexistas y agresiones físicas durante el rodaje en 2021.

La escenógrafa relató que el actor la acorraló en un pasillo y la tocó en los pechos, glúteos y genitales, mientras le dirigía comentarios obscenos. La asistente de realización describió comportamientos similares. Depardieu negó los hechos, e incluso intentó desacreditar las acusaciones apelando a su complexión física, asegurando que “ni siquiera podría rodear a alguien con las piernas debido a su barriga”. No obstante, admitió haber sujetado por las caderas a una de las víctimas “para evitar que se cayera de un taburete”.

Durante el proceso, la defensa del actor intentó suspender el juicio hasta el último momento, y las sesiones estuvieron marcadas por episodios de tensión, incluyendo agresividad verbal por parte del abogado de Depardieu, según denunciaron las representantes legales de las víctimas. Claude Vincent, abogada de una de las mujeres afectadas, afirmó que el veredicto representa “el fin de la impunidad” para los agresores dentro de la industria audiovisual.

El caso se enmarca en un contexto más amplio de denuncias contra Depardieu, quien ha sido acusado por más de veinte mujeres de comportamiento sexual inapropiado, aunque varios casos fueron archivados por prescripción. Uno de los más relevantes es el de la actriz Charlotte Arnould, quien lo denunció por violación en 2018. La Fiscalía de París ha solicitado que ese expediente pase a juicio.

En 2023, el medio Mediapart también publicó testimonios de 13 mujeres que trabajaron con el actor y que denunciaron tocamientos, acoso y otros comportamientos abusivos. A pesar de la creciente presión social, Depardieu ha recibido muestras de apoyo público por parte de figuras como el presidente Emmanuel Macron y la actriz Brigitte Bardot, quienes han abogado por la posibilidad de reinserción para los acusados, provocando también reacciones críticas.

La condena a Depardieu no solo pone en el centro del debate la responsabilidad individual de una figura emblemática del cine francés, sino que también podría catalizar un movimiento similar al #MeToo en Francia, donde la cultura del silencio ha sido históricamente persistente. Se abre así una etapa que podría cambiar el modo en que la industria audiovisual aborda las denuncias de agresión y acoso sexual, fomentando una mayor protección de las víctimas y una rendición de cuentas más firme para quienes abusan de su poder.