FARÁNDULA

Jasveen Sangha, conocida en los círculos del narcotráfico como “la reina de la ketamina”, se declaró culpable este lunes 18 de agosto de cinco cargos federales vinculados a la venta de drogas que habrían contribuido a la muerte del actor Matthew Perry, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Sangha, de 42 años, enfrentará tres cargos de distribución de ketamina, uno de distribución con resultado de muerte o lesiones corporales graves, y otro por almacenar y empaquetar drogas en su residencia en Los Ángeles. Con esta declaración, se consolida la aceptación de responsabilidad por parte de los cinco acusados implicados en el caso, marcando un avance significativo en el proceso judicial.

Matthew Perry, famoso por su papel como Chandler Bing en Friends, falleció tras consumir una combinación de drogas que incluía ketamina, un anestésico disociativo que ha ganado popularidad en el uso recreativo pero que puede tener efectos letales en dosis indebidas. La investigación reveló que Sangha proporcionó la sustancia al actor, hecho que desencadenó la cadena de procesos legales actuales.

El caso ha generado un intenso escrutinio mediático y público, no solo por la fama del actor sino por el papel central de la ketamina en muertes recientes en Estados Unidos.

La fiscalía sostiene que la venta de esta droga a Perry constituye un delito grave debido a la combinación de distribución ilegal y resultado mortal, situación que se castiga con severidad bajo la ley federal.

Expertos legales señalan que la declaración de culpabilidad de Sangha podría acelerar los juicios de los otros acusados, quienes también enfrentan cargos por su participación en la cadena de suministro de drogas. Además, se espera que este caso sirva como advertencia sobre la responsabilidad penal de los distribuidores de sustancias controladas, especialmente cuando su venta conduce a la muerte de terceros.

El procedimiento judicial también abre el debate sobre la regulación y control de drogas como la ketamina, que se utilizan tanto en entornos médicos como recreativos, y que pueden convertirse en sustancias letales cuando se distribuyen de manera ilícita.

La Fiscalía estadounidense continúa recopilando evidencia y testimonio para determinar el grado de participación de cada imputado en el caso y establecer las penas correspondientes.

Mientras tanto, la comunidad artística y de fans de Perry ha seguido de cerca las noticias del juicio, expresando preocupación por la proliferación de drogas peligrosas en entornos sociales y profesionales. La resolución de este caso podría tener repercusiones más amplias en la forma en que se persiguen legalmente los delitos de distribución de drogas que provocan muertes en Estados Unidos.