DEPORTES

La eliminación de Honduras del camino rumbo al Mundial 2026 provocó un fuerte golpe interno en la Selección Nacional, dejando como consecuencia la retirada inmediata de varios referentes del combinado catracho. El empate ante Costa Rica selló la despedida prematura del equipo en la Eliminatoria y marcó el cierre de ciclo para futbolistas clave y para el propio cuerpo técnico.

El primero en confirmar su decisión fue el portero Edrick Menjívar, quien aseguró que el duelo ante los ticos fue el último vistiendo la camiseta nacional. El guardameta señaló que ya había comunicado su resolución a sus compañeros y al cuerpo técnico, y que notificará formalmente a la Federación: “Es una decisión tomada”, afirmó.

Poco después, Andy Najar ratificó lo que desde meses atrás se intuía: su último intento mundialista concluía con esta Eliminatoria. El jugador había expresado que no continuaría si Honduras no alcanzaba el boleto a la Copa del Mundo, y tras la eliminación confirmó que no seguirá representando al país.

A la lista también se sumó Romell Quioto, quien comunicó su despedida definitiva. El delantero mostró un rendimiento opaco durante el encuentro y, tras el resultado, decidió cerrar su paso por la “H”.

El seleccionador Reinaldo Rueda también expresó que su etapa está por concluir, visiblemente afectado por el desenlace. “Hoy el fútbol nos dio una lección de humildad. Los partidos hay que jugarlos antes de ganarlos. Hicimos un esfuerzo, pero no fue suficiente”, declaró tras el compromiso.

El entrenador detalló que la Selección enfrentó un proceso lleno de obstáculos: múltiples lesiones, falta de delanteros en buen nivel y una plantilla limitada en momentos decisivos. Rueda reconoció que esas carencias pesaron en el tramo final de la Eliminatoria.

Con la salida de figuras históricas y la inminente reestructuración del banquillo, Honduras se encamina a un periodo de renovación profunda. La Federación deberá iniciar un nuevo proyecto deportivo con miras al futuro, en un ambiente marcado por la frustración y la urgencia de reconstruir la confianza del aficionado.