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El Tottenham Hotspur rompe una larga sequía de títulos internacionales, consagrándose campeón de la Europa League por primera vez bajo el formato moderno del torneo. No ganaban un trofeo europeo desde 1984. Este triunfo supone una redención para el equipo londinense tras varios años de frustraciones y elimina el fantasma de las finales perdidas, como la de la Champions League en 2019. Para el técnico australiano Ange Postecoglou, se trata de su primer gran éxito internacional con el club, en una campaña en la que también apostó por renovar el estilo y la estructura del equipo.

El Tottenham Hotspur se proclamó campeón de la UEFA Europa League tras vencer al Manchester United por 1-0 en una intensa final disputada en el estadio San Mamés de Bilbao. El único gol del partido llegó en el primer tiempo, en una jugada polémica y desafortunada para los ‘Diablos Rojos’: un centro del senegalés Pape Matar Sarr fue rematado por el galés Brennan Johnson y desviado a gol por Luke Shaw, a quien inicialmente se le adjudicó el tanto en propia puerta.

El título representa el cuarto trofeo internacional en la historia del equipo londinense y el primero desde 1984, año en que ganaron la entonces llamada Copa de la UEFA, precisamente el torneo antecesor de la actual Europa League. Con esta victoria, los ‘Spurs’ rompen una sequía de 41 años sin éxitos europeos.

En una final marcada por la tensión, la intensidad y momentos de fútbol trabado, el conjunto dirigido por Ange Postecoglou arrancó mejor, generando varias ocasiones de peligro en los primeros minutos. Richarlison fue titular tras su buen papel en semifinales ante el Bodø/Glimt, mientras que el capitán Son Heung-min comenzó en el banquillo tras regresar de una lesión.

Por su parte, el Manchester United, bajo la dirección de Rúben Amorim, alineó a Mason Mount y Amad Diallo desde el inicio, dejando fuera a Ugarte y Garnacho, claves en la semifinal ante el Athletic Club.

El Tottenham abrió el marcador antes del descanso con una acción que nació desde la banda izquierda. Sarr centró con su pierna derecha, y tras un desvío entre Johnson y Shaw, el balón se coló en la portería de André Onana. A pesar de que la UEFA otorgó inicialmente el gol al defensor del United en propia puerta, luego fue acreditado a Johnson.

La segunda parte estuvo dominada por el Manchester United, que buscó con insistencia el empate. Hojlund, Bruno Fernandes y Garnacho tuvieron ocasiones claras, pero la defensa del Tottenham, liderada por un heroico Micky Van de Ven —quien salvó un gol cantado bajo los palos con una chilena acrobática— y un inspirado Guglielmo Vicario en la portería, sostuvo el resultado hasta el pitido final.

El Manchester United lo intentó todo, incluido un cabezazo de Shaw en los últimos minutos que exigió una intervención brillante de Vicario. Sin embargo, el marcador no se movió, y el Tottenham celebró una victoria histórica en una temporada difícil en la Premier League.