DEPORTES

El París Saint-Germain vuelve a una final de la Liga de Campeones, apenas la segunda en su historia, en un momento clave de renovación tras la salida de Kylian Mbappé. Bajo el liderazgo de Luis Enrique, el equipo ha alcanzado un nuevo nivel de competitividad apostando por un proyecto joven y sólido. La clasificación se logró tras vencer al Arsenal 2-1 en el partido de vuelta, con una destacada actuación del arquero Gianluigi Donnarumma, figura fundamental durante toda la fase eliminatoria. El PSG buscará coronarse ante el Inter de Milán en la gran final que se disputará en Múnich.

El París Saint-Germain selló su pase a la final de la UEFA Champions League tras derrotar 2-1 al Arsenal en el partido de vuelta de semifinales, logrando así su segunda clasificación histórica al máximo escenario del fútbol europeo. El conjunto parisino, dirigido por Luis Enrique, había ganado 0-1 en la ida y supo mantener la ventaja ante un rival combativo, pero menos eficaz frente al arco.

La gran figura del encuentro fue una vez más Gianluigi Donnarumma, quien realizó tres atajadas clave que sostuvieron al PSG cuando más lo necesitaba. El portero italiano ya había sido determinante en fases anteriores contra Liverpool y Aston Villa, y ahora se convierte en uno de los principales responsables de llevar a su equipo a Múnich, donde enfrentarán al Inter de Milán por el título.

Luis Enrique, que celebrará este jueves su cumpleaños número 55, alcanza así su segunda final de Champions como entrenador, tras la conquistada con el FC Barcelona en 2015. El técnico asturiano ha sabido reconstruir el plantel sin depender de grandes estrellas como Mbappé, apostando por un núcleo joven con talento emergente, como Barcola, Doué y Kvaratskhelia.

El Arsenal, dirigido por Mikel Arteta, salió agresivo desde el inicio con la intención de revertir la desventaja, pero se topó con la firmeza defensiva del PSG y la solvencia de su arquero. Aunque dominaron el mediocampo y generaron algunas ocasiones claras en los primeros minutos, los ingleses no lograron concretar.

El gol que abrió el marcador fue obra de Fabián Ruiz, quien aprovechó un mal despeje de Thomas Partey tras un tiro libre cobrado por Vitinha. El español controló con el pecho y definió con un potente remate, anotando su primer gol en Champions en 46 partidos, premio a una temporada destacada.

Aunque el Arsenal recortó distancias, no fue suficiente para frenar a un PSG que jugó con oficio, orden y determinación. Con esta victoria, Luis Enrique encabeza un proyecto que se perfila como uno de los más competitivos de Europa y que buscará su primer título continental el próximo mes.