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Miguel Ángel Russo, emblemático entrenador argentino y director técnico de Boca Juniors, falleció este miércoles a los 69 años, según confirmaron fuentes familiares a EFE.

El técnico padecía cáncer de próstata desde 2017, al que posteriormente se sumó un cáncer de vejiga, enfermedad que lo mantuvo bajo cuidados médicos y de licencia desde finales de septiembre.

Russo deja un legado de más de 30 años como entrenador profesional, con un recorrido que incluyó clubes argentinos como Lanús, Los Andes, Estudiantes de La Plata, Colón de Santa Fe, Vélez Sarsfield, San Lorenzo y Racing Club. Además, tuvo experiencias internacionales en equipos como Universidad de Chile, Unión Deportiva Salamanca, Morelia, Millonarios, Alianza Lima, Cerro Porteño y Al Nassr de Arabia Saudita.

Su relación con Boca Juniors fue particularmente destacada. Durante su primera etapa en 2007, condujo al equipo a ganar la Copa Libertadores frente a Gremio de Brasil y alcanzó la final del Mundial de Clubes contra el Milan. Entre 2020 y 2021, logró una Superliga, una Copa de la Liga Profesional, y alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores ante Santos de Brasil. Su último regreso al club estuvo marcado por el liderazgo en la Superliga, y su último partido al frente del equipo fue el empate 2-2 ante Central Córdoba el pasado 21 de septiembre.

Durante los últimos encuentros, el ayudante de campo Claudio Úbeda asumió la dirección del equipo, dedicando el triunfo 5-0 frente a Newell’s a Russo, gesto que también replicó el capitán Leandro Paredes, en reconocimiento a la influencia del técnico.

Como jugador, Miguel Ángel Russo se destacó como mediocampista defensivo en Estudiantes de La Plata, club en el que disputó 435 partidos y anotó 11 goles entre 1975 y 1989. Además, defendió la camiseta de la selección argentina en 17 ocasiones.

La noticia de su fallecimiento ha generado conmoción en el mundo del fútbol, especialmente en Argentina y entre los seguidores de Boca Juniors, quienes recuerdan a Russo como un referente dentro y fuera de la cancha, conocido por su carisma, su inteligencia táctica y su capacidad para liderar equipos en momentos decisivos.

Su legado permanecerá en la historia del fútbol sudamericano, no solo por los títulos obtenidos, sino también por la pasión y dedicación que imprimió a cada club y selección que dirigió.