DEPORTES

El Napoli logró coronarse campeón de la Serie A por cuarta vez en su historia, tras vencer 2-0 al Cagliari en la última jornada del campeonato. Esta consagración llega solo dos años después de haber roto una sequía de 33 años sin títulos ligueros, revalidando así su lugar entre los grandes del fútbol italiano. El triunfo, logrado en un estadio Diego Armando Maradona repleto, tiene un profundo significado deportivo y social, pues vuelve a colocar al sur de Italia en lo más alto del Calcio, una rareza histórica en un torneo tradicionalmente dominado por equipos del norte.

El Napoli volvió a tocar la gloria este viernes tras vencer 2-0 al Cagliari en el estadio Diego Armando Maradona y levantar así el cuarto Scudetto de su historia. Con goles de Scott McTominay y Romelu Lukaku, el conjunto napolitano certificó un título que revalida el logrado en 2023 y que representa una gesta aún más épica por el contexto en que se consiguió.

Fue en la última jornada de la Serie A, en un partido disputado en simultáneo con el Inter de Milán, donde el Napoli no tenía margen de error. Pese a no saber que el Inter había tomado ventaja temprana, el equipo dirigido por Antonio Conte mostró coraje, orden táctico y determinación. El Cagliari, ya salvado del descenso, jugó sin presión, pero no ofreció resistencia ante un Napoli impulsado por la pasión de una ciudad que vive por y para el fútbol.

En medio de un dominio napolitano cargado de tensión y varias ocasiones fallidas, McTominay rompió el hielo con una espectacular chilena en el minuto 42, desatando la euforia en el estadio. Ya en el complemento, Romelu Lukaku sentenció el encuentro con un gol al minuto 52 tras una gran asistencia, celebrándolo con la furia de quien entiende la magnitud del momento.

El título tiene un valor especial no solo por lo deportivo. Esta plantilla, que había sido desmantelada tras el campeonato de 2023 y que quedó fuera de competiciones europeas, logró reinventarse bajo la dirección de Conte. Con menos recursos y varias bajas durante la temporada, como las de Osimhen y Kvaratskhelia, el Napoli encontró en McTominay y Lukaku sus nuevos pilares, además del genio táctico de un entrenador que conquistó su sexto título de Serie A.

Solo cinco veces en la historia el trofeo ha viajado más allá de Roma, y cuatro de esas han sido hacia Nápoles. El sur celebra, una vez más, su reivindicación futbolística ante el dominio histórico del norte. Y ahora el 23 de mayo se inscribe en el calendario napolitano como otra fecha de fiesta eterna.