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El Barcelona sufrió, pero logró imponerse 2-3 sobre el Levante este fin de semana en el estadio de la capital del Turia, en un duelo entre el campeón de Primera y el recién ascendido, que se decidió en el minuto 91 por un desafortunado autogol de Unai Elgezabal.

El Levante sorprendió en la primera parte con los goles de Iván Romero y José Luis Morales, aprovechando su planteamiento de balones largos y contragolpes rápidos, mientras el Barcelona dominaba la posesión sin lograr concretar. Morales incluso convirtió un penalti en tiempo añadido antes del descanso, aumentando la ventaja local a 2-0.

El técnico Hansi Flick movió el banquillo tras el descanso, ingresando a Gavi y Dani Olmo por Casadó y Rashford, y la estrategia surtió efecto de inmediato.

Pedri González recortó distancias con un potente disparo desde fuera del área en el minuto 49, y Ferran Torres, asistido por Raphinha, puso el empate apenas tres minutos después.

A partir de ese momento, el Levante comenzó a mostrar signos de desgaste y el Barcelona asedió el arco defendido por Pablo Campos, que se convirtió en el protagonista evitando varias ocasiones claras del equipo visitante.

Cuando parecía que el empate era el resultado final, Lamine Yamal lanzó un centro peligroso que Elgezabal, intentando despejar, introdujo accidentalmente en su propia portería, otorgando la victoria al Barcelona en el tiempo añadido.

El partido destacó no solo por la remontada, sino también por los primeros minutos de Marcus Rashford como titular con el club, y los destellos de talento de Lamine Yamal, que fueron determinantes para generar peligro constante.

Con esta victoria, el Barcelona reafirma su dominio ante rivales recién ascendidos, mientras que el Levante, pese al esfuerzo y planteamiento inteligente, ve escaparse un valioso punto en los últimos segundos del encuentro.