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Un Atlético de Madrid desatado y un Julián Álvarez estelar enterraron la crisis del equipo rojiblanco este domingo, al imponerse por 5-2 al líder Real Madrid en un derbi capitalino que quedará en la memoria de la afición.

El partido comenzó con intensidad y emoción, con un Atlético muy superior en los primeros minutos. Sorloth, pese a su irregular inicio de temporada, tuvo oportunidades claras, aunque fue Julián Álvarez quien emergió como la figura del encuentro.

Tras un 1-2 inicial en contra con gol de Guler, Álvarez anotó dos veces para dar vuelta el marcador, seguido por un golazo de Griezmann que selló la goleada.

El equipo rojiblanco mostró una combinación perfecta de velocidad, anticipación y presión alta. Jugadores como Koke y Barrios se destacaron en el doble pivote, representando la esencia del club y su identidad de cantera. Llorente brilló en labores defensivas y ofensivas, mientras Sorloth finalmente consiguió reivindicarse con un tanto que igualó el marcador antes de la segunda mitad.

El argentino fue decisivo en los momentos clave. Abrió la segunda mitad con un penalti que adelantó nuevamente al Atlético (3-2) y posteriormente anotó un gol desde fuera del área que amplió la ventaja a 4-2, confirmando su capacidad para liderar al equipo en partidos de alta exigencia.

Con la ventaja asegurada, el Atlético supo manejar los tiempos y conservar la posesión, evitando riesgos. Griezmann cerró la cuenta con un quinto gol, sellando una victoria histórica que refuerza la moral de los rojiblancos y los coloca de nuevo como contendientes en la lucha por LaLiga.

Este triunfo ante el Real Madrid no solo devuelve confianza al Atlético tras un inicio irregular de temporada, sino que también envía un mensaje claro: el equipo de Simeone mantiene su carácter y su capacidad de competir con los grandes, combinando corazón, juego colectivo y determinación.