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En medio de la polémica desatada por la contundente derrota 3-0 del Real Madrid ante el Arsenal en la ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League, Carlo Ancelotti ha salido al paso de los rumores con una declaración firme: “Tengo otro año de contrato”. El técnico italiano disipó este sábado cualquier conato de especulación sobre su salida del banquillo merengue, recordando que su vínculo contractual con el club se mantiene vigente hasta 2026.

En la rueda de prensa previa al encuentro liguero contra el Alavés, el entrenador más laureado en la historia de la Champions dejó claro que no tiene intención de alimentar el ruido mediático: “Esto es una pregunta que no tengo que contestar porque el contrato es bastante claro. Yo tengo otro año y del futuro hablaremos a final de temporada”, zanjó Ancelotti con serenidad.

El respaldo del club no se ha hecho esperar. “El club siempre me apoya y me ayuda, sobre todo en momentos de dificultad”, afirmó, consciente de que la presión sobre su figura ha crecido tras la reciente debacle europea. No obstante, su historial lo respalda: cinco títulos continentales y una trayectoria que lo mantiene en la cima de la élite técnica del fútbol mundial.

El italiano, quien fue tentado hace unos meses por la Confederación Brasileña de Fútbol para dirigir a la Canarinha, prefirió enfocarse en el presente. Con LaLiga aún en disputa, el partido ante el Alavés se convierte en una prueba clave para medir la capacidad de reacción del conjunto blanco.

"Todos piensan en el miércoles, pero todo aquello pasa por la actuación de mañana porque seguimos en la pelea por LaLiga. Es necesario jugar bien y ganar", explicó, admitiendo que la mente del vestuario ya se encuentra dividida entre la revancha europea y el compromiso doméstico.

Ancelotti reconoció el bajón en el rendimiento general, con especial atención a la figura de Vinicius Jr., blanco de críticas tras varios partidos apagados. “Es difícil de decir. Sobre todo en las últimas semanas se ha visto un bajón general, no sólo de individualidades. Hemos encajado mucho y ahí hay que meter un freno”, apuntó.

Con Dani Ceballos disponible y el equipo entrenando con intensidad, el estratega espera que la visita a Vitoria sirva como punto de inflexión: “Cada derrota es siempre lo mismo: cuando pierdes, son momentos difíciles. Pero, afortunadamente, el fútbol es así. Tras una derrota, llega una oportunidad”, concluyó con filosofía.

Por ahora, Ancelotti no se mueve del banquillo del Santiago Bernabéu. Su mensaje es claro: el futuro se hablará después, pero el presente se defiende partido a partido… y con contrato en mano.