Boquitas Marisol: emprendimiento que inspira desde Uyure

En Honduras, los emprendimientos locales se han convertido en ejemplos de resiliencia y creatividad, donde historias como la de Marisol Cárcamo destacan por su determinación y pasión por generar empleo y productos de calidad desde pequeñas comunidades.

Con apenas 25 años, Marisol Cárcamo ha logrado consolidar un proyecto que nació hace ocho años en el municipio de Uyure: Boquitas Marisol, un emprendimiento dedicado a la producción de tajaditas naturales de banana y malanga con presentaciones únicas y de alta calidad.

Durante su participación en Creactivando, Marisol compartió cómo surgió la idea de su negocio: “Boquitas Marisol nació del deseo de avanzar, de no quedarme estancada en mi municipio y de demostrar que, si nos lo proponemos, podemos lograrlo.

Es un proyecto que genera empleo y busca destacar nuestra localidad en otras ciudades de Choluteca”, comentó.

El negocio ha crecido con esfuerzo y dedicación, y actualmente genera seis empleos directos. Entre sus productos más vendidos se encuentran las tajaditas de banana, malanga, barbacoa y un mix que combina estas variedades, conocidas entre sus clientes como Tajaditas Onduladas por su presentación original.

Marisol detalló que la materia prima proviene principalmente de Guatemala y del área de San Marcos de Colón, lo que le permite mantener productos frescos y de calidad para su clientela. Además, mencionó su plan de expansión para 2026, con la intención de abrir un punto estratégico en la ciudad de Choluteca y ampliar la distribución de sus productos.

El emprendimiento no solo busca satisfacer a sus consumidores finales, sino también ofrecer oportunidades de reventa a pulperías, mercados y pequeños negocios, promoviendo así un ecosistema económico local sostenible.

A través de redes sociales, los interesados pueden seguir a Boquitas Marisol Uyure en Facebook e Instagram, y realizar pedidos o consultas mediante el WhatsApp 8842-9025.

La historia de Marisol Cárcamo refleja la fuerza del emprendimiento juvenil en Honduras, demostrando que con visión, esfuerzo y perseverancia, los sueños pueden convertirse en negocios sólidos que impactan positivamente a su comunidad.