La validación biométrica es una medida adoptada por el gobierno de Honduras para fortalecer el control sobre la venta y uso de tarjetas SIM y reducir la incidencia de delitos asociados al anonimato telefónico. Sin embargo, sectores de la sociedad civil han expresado preocupación por el uso indebido de los datos recolectados, especialmente ante el contexto de elecciones generales previstas para noviembre de 2025. Conatel ha reiterado que el proceso es de carácter exclusivamente técnico y de seguridad, sin ninguna vinculación con actividades políticas o electorales.

El presidente de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), Lorenzo Sauceda, negó categóricamente que la validación biométrica de chips móviles esté relacionada con la creación de una base de datos para ser utilizada en las elecciones generales de noviembre.

Durante una reunión sostenida con representantes del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Sauceda explicó que la finalidad de la validación biométrica es únicamente mejorar la seguridad ciudadana, controlar la titularidad de los números telefónicos y prevenir delitos como la extorsión, entre otros crímenes asociados al uso anónimo de líneas móviles.

“Eso es absurdo, no tiene sentido esa apreciación, observación o criterio; sería una ignorancia infantil o una posición colindante con el crimen”, declaró Sauceda al referirse a los rumores que vinculan el proceso con fines electorales.

La validación biométrica, obligatoria para todos los usuarios de telefonía móvil, consiste en registrar los datos biométricos del titular del chip (como huellas digitales o reconocimiento facial), con el objetivo de identificar al verdadero propietario de cada línea.

El proceso de validación concluirá el próximo 1 de junio, y quienes no lo realicen podrían perder su número telefónico. Por ello, las compañías operadoras enviarán en los próximos días un enlace a sus clientes para que puedan realizar el registro de manera remota y sencilla desde sus dispositivos.