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Un 9 de marzo con dudas y saboteo electoral: La situación crítica del proceso en Honduras

31 de marzo de 2025

31 de marzo de 2025

Un 9 de marzo con dudas y saboteo electoral: La situación crítica del proceso en Honduras

Artículo de Julieta Castellanos, exrectora de la UNAH

 

A primera vista, parecía que el proceso electoral hondureño no corría riesgo. Sin embargo, los avances en la construcción democrática y los retrocesos autoritarios del país presentan serios peligros. En América Latina, muchos regímenes autoritarios continúan con las elecciones periódicas, no porque respeten el proceso democrático, sino porque las necesitan para legitimarse y consolidar el enorme poder que han amasado. En países como Nicaragua y Venezuela, se realizan elecciones bajo un control absoluto del Estado, donde la oposición está silenciada, mientras que en El Salvador, el presidente Bukele construye una autocracia al eliminar a la oposición política mediante reformas hechas a medida.

 

En las elecciones del 09 de marzo, el Partido Libertad y Refundación (Libre) tenía garantizado el triunfo de la candidata oficialista Rixi Moncada. El Partido Nacional (PN) solo esperaba definir la cuota de poder de Ana García, mientras que el Partido Liberal (PL) veía una amplia ventaja para Salvador Nasralla. Sin embargo, la duda estaba en si el voto de Nasralla se movería en las elecciones primarias.

 

A las 9:00 a.m. de ese domingo electoral, ya se había evidenciado que la falta de material electoral en los centros de votación no era una simple contingencia, sino un patrón de sabotaje. A las 10:00 a.m., se descubrió que los autobuses con cajas de material electoral estaban estacionados por horas en la Colonia El Hogar y Miraflores, sin apenas seguridad militar, lo que confirmaba la intención de entorpecer el proceso. ¿Por qué? Esta respuesta aún está pendiente.

 

El boicot no era para favorecer a la candidata del M28. La ministra de Defensa no necesitaba un fraude interno para ganar, ya que la disputa en Libre era principalmente por las candidaturas a diputados.

 

El jefe de Estado Mayor Conjunto, Gral. Roosevelt Hernández, no obedeció el mandato del Artículo 272, mostrando lealtad no hacia el Consejo Nacional Electoral (CNE), sino hacia la presidenta Xiomara Castro. Esto sugiere que si el CNE hubiera dado la orden de detener la entrega del material electoral, esa orden no habría sido cumplida.

 

Libre intentó imponer dos "verdades": que Rixi Moncada es la candidata con más votos, lo cual es relativo, dado que no tuvo competencia frente a Rasel Tomé, un contendiente débil; y que Libre ha crecido en un 52%, aunque los resultados reales muestran que el partido solo aumentó en 103,662 votos en comparación con 2021.

 

Además, los partidos están revisando sus propios errores e inconsistencias. Cada uno ha reportado sus propios resultados y las diferencias entre ellos siguen siendo notorias, lo que deja claro que el Partido Libre ha sido superado en votos por el bipartidismo en varios departamentos como Francisco Morazán y Cortés.

 

Al final, los resultados fueron un revés para muchos en Libre. Para algunos, los resultados eran esperados, mientras que para otros fueron una decepción y una afrenta a sus narrativas triunfalistas. En lugar de aceptar los resultados, algunos atacaron, agredieron y descalificaron. El negacionismo sigue presente, y es posible que el intento fallido de sabotaje electoral del 9 de marzo sea solo una parte de una trama más grande. Los próximos días y meses desvelarán si este proceso electoral ha sido abortado o judicializado.

 

Es hora de despertar y analizar con seriedad lo ocurrido, ya que las dudas sobre la transparencia y legitimidad del proceso electoral siguen vigentes.

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