Precios de los combustibles reflejarán variaciones a partir del próximo lunes

22 de febrero de 2025
22 de febrero de 2025
El Gobierno de Honduras, a través de la Secretaría de Energía, oficializó este viernes la nueva estructura de precios de los combustibles, la cual entrará en vigencia a partir del próximo lunes 24 de febrero de 2025 en Tegucigalpa y San Pedro Sula.
La gasolina súper experimentará una leve rebaja de 0.08 lempiras en Tegucigalpa, estableciendo su nuevo precio en L 104.10 por galón. Sin embargo, en San Pedro Sula, este mismo combustible registrará un leve aumento de 0.05 lempiras, alcanzando un costo de L 101.58.
Por su parte, la gasolina regular presentará un incremento de 0.33 lempiras en Tegucigalpa y de 0.37 lempiras en San Pedro Sula, con precios finales de L 96.04 y L 93.52, respectivamente. Cabe destacar que este aumento estará subsidiado por el Gobierno.
El kerosene reflejará una disminución de 0.68 lempiras en la capital, reduciendo su precio a L 79.09. En San Pedro Sula, la baja será de 0.65 lempiras, situando el nuevo costo en L 76.55.
El diésel, uno de los derivados del petróleo más utilizados en el país, tendrá una rebaja de 0.11 lempiras en Tegucigalpa, quedando en L 88.97 por galón. En San Pedro Sula, la reducción será de 0.07 lempiras, alcanzando un precio de L 86.43. Este ajuste también cuenta con subsidio gubernamental.
En cuanto al gas licuado de petróleo (GLP) vehicular, el precio disminuirá en 0.34 lempiras tanto en Tegucigalpa como en San Pedro Sula, quedando en L 51.12 y L 47.59, respectivamente.
Por otro lado, el precio del gas GLP doméstico permanecerá sin cambios, costando L 238.13 en Tegucigalpa y L 216.99 en San Pedro Sula.
El ajuste en los precios de los combustibles responde a factores internacionales relacionados con la cotización del petróleo y la política de subsidios establecida por el Gobierno hondureño para mitigar el impacto en la economía de los consumidores. La Secretaría de Energía continúa monitoreando el mercado para garantizar estabilidad en los precios y evitar fluctuaciones abruptas en los costos de los derivados del petróleo.