El expresidente de Honduras, Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, lanzó este miércoles una dura crítica contra el partido Libertad y Refundación (Libre), al asegurar que la reciente amenaza de movilizar 30 mil colectivos para “defender la democracia” demuestra que el oficialismo ya tiene claro que no ganará las elecciones de noviembre.

“Siempre ese afán de quedarse, de perturbar el proceso electoral. Lo hacen porque saben que no van a ganar”, declaró el exmandatario, quien gobernó entre 2010 y 2014.

Lobo aseguró que la incertidumbre actual sobre el rumbo electoral es culpa directa del gobierno de Libre, al que acusó de manipular el calendario y sembrar tensiones para debilitar el sistema democrático. “No creo que se atrevan a impedir el proceso, pero están jugando con fuego”, advirtió.

En respuesta al anuncio de movilización masiva hecho por dirigentes de Libre, el expresidente restó importancia a la cifra. “Treinta mil colectivos no asustan a nadie. Es poco comparado con lo que puede mover un partido político serio, con apoyo popular real”, expresó.

Agregó que ni siquiera los propios militantes del partido de gobierno están satisfechos. “Ni los de él están contentos con él. Y con soldados forzados nadie gana una guerra”, dijo, en alusión al descontento que asegura existe en las bases de Libre.

Lobo también hizo un llamado a la ciudadanía a no dejarse intimidar por amenazas de confrontación. “La gente está cansada. Hay un sentimiento nacional en contra de Libre y su forma de gobernar. El pueblo quiere un cambio, y lo va a expresar en las urnas”, sentenció.

El expresidente forma parte del bloque opositor que ha denunciado irregularidades en la administración del proceso electoral, especialmente tras los recientes conflictos en el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde han surgido denuncias de conspiración, bloqueos internos y presiones desde distintos sectores políticos.

Las declaraciones de Lobo se dan en un contexto marcado por la creciente tensión política, a menos de cuatro meses de las elecciones generales del 30 de noviembre. En medio de acusaciones cruzadas entre partidos, movilizaciones anunciadas por colectivos y una crisis institucional en el CNE, el clima electoral parece cada vez más incierto.

Distintos sectores, incluyendo observadores nacionales e internacionales, han instado a las autoridades a garantizar un proceso transparente, pacífico y libre de interferencias partidarias, mientras crece la preocupación por una eventual desestabilización del proceso democrático.