En 2024, los cultivos de coca en Honduras han continuado su expansión a nuevos municipios, consolidándose como un negocio establecido en lugar de un experimento aislado, según informa InSight Crime.

Las fuerzas de seguridad del país han detectado y erradicado cultivos de coca en 16 municipios, un aumento significativo respecto a los nueve registrados en 2023. Este incremento ha acompañado un notable aumento en las redadas, que alcanzaron las 81, frente a las 29 del año anterior. Aunque la superficie de tierras cultivadas con coca se redujo ligeramente a 461 hectáreas, los datos revelan una fragmentación de los cultivos, que ahora ocupan parcelas más pequeñas dispersas en diversas localidades. Sin embargo, los datos registrados podrían no reflejar la totalidad de los cultivos existentes en el país.

En las primeras semanas de 2025, las fuerzas militares han continuado con la erradicación, destruyendo casi un cuarto de millón de plantas de coca y descubriendo nueve laboratorios de droga. La expansión de los cultivos ha sido especialmente notoria en departamentos como Atlántida, Yoro y Santa Bárbara, e incluso en la frontera con Guatemala, en el occidente montañoso del país.

A pesar de los esfuerzos de erradicación, los analistas de seguridad señalan que la topografía del país dificulta el control total de estas plantaciones, mientras que los narcotraficantes han establecido operaciones pequeñas y rentables que podrían ser difíciles de erradicar.

Los cultivos de coca, detectados por primera vez en Honduras en 2018, han crecido rápidamente, aunque la calidad de la coca en el país sigue siendo inferior a la de los grandes productores sudamericanos. Sin embargo, un estudio reciente sugiere que el norte de Centroamérica, incluida Honduras, presenta condiciones idóneas para el cultivo de coca, lo que podría resultar económicamente ventajoso debido a la proximidad con el principal mercado de consumo: Estados Unidos.

A pesar de la creciente producción, el consumo interno de cocaína también ha aumentado, reflejado en el incremento de incautaciones de crack en los barrios del país. El consumo de crack ha escalado significativamente, con precios bajos en el mercado local, lo que ha llevado a un aumento de la demanda interna de esta droga.

Aunque la producción sigue siendo rudimentaria, los informes indican que la cocaína podría estar ganando terreno en el mercado nacional, mientras los narcotraficantes guatemaltecos y mexicanos continúan cristalizando la pasta de coca en el producto final. Sin embargo, aún no hay pruebas definitivas de laboratorios capaces de producir cocaína en polvo dentro del país.